Breve crónica de una inusual conferencia de prensa
[dropcap size=big]L[/dropcap]a llegada de New Order al Perú está generando una amable conmoción de entre quienes han disfrutado de la música de esta banda desde hace varios años.
Los recuerdos afloran, la gente “se va en feeling” y se exterioriza en polos, tatuajes, vinilos, casets (originales, o copiados en Quilca en los 80s) y en la alegre ansiedad que cunde en la silenciosa sala el hotel Westin de San Isidro, así como en la antesala, en la que los (literalmente) fanáticos de la banda fueron a recibirlos al Aereopuerto Internacional Jorge Chávez.
Llegamos a la sala a romper con el silencio conversando con los colegas redactores, fotógrafos y reporteros audiovisuales, así como curiosos respetuosos. Se veía el entusiasmo, en esta oportunidad, nadie preguntaría si “ya han probado ceviche”. Pero sí nos enteramos de que Stephen Morris siempre había querido visitar el Perú y les dieron una casaca de la selección.
¿Van a tocar temas de Joy Division? “No, ningún tema de Joy Division, ni Blue Monday…vamos evidentemente, estoy bromeando” Con un buen ánimo y sentido del humor, Bernard Summer dirigiría las respuestas hacia el resto de la banda, con un sonriente Stephen Morris, una pausada y amable Gillian Gilbert, un Phil Cunningham con lentes oscuros intentando caletear la celebración con pisco sour desde el avión y un Tom Chapman, que carga en sus hombros una dura tarea, que lleva tal vez la mayor expectativa entre el público de la banda.
Nos contaron acerca de sus opiniones sobre 24 Hour Party People y Control (que podrán leer en La Primera gracias a Fernando Pinzás) acerca de cómo se aproximaron a la música electrónica en los 80s, como Gillian volvió a la banda y otras acertadas preguntas hechas por un evidentemente emocionado Fidel Gutierrez, para el diario El Peruano. Vimos también a Francisco Melgar de El Comercio, quien guardó su artillería para una entrevista privada que pronto tendremos el gusto de leer. También esperamos el registro de La Mula, así como de otros medios independientes locales.
Las preguntas tabú tenían que ser preguntadas. Tom Chapman contó cómo se aproxima al legado sonoro de los bajos creados por Peter Hook, afirmando que si bien es un ejercicio complejo, es lo que corresponde hacer y lo que la gente valora y espera, así que claro que suenan como New Order.
A su vez, a la inevitable pregunta sobre el recuerdo de Ian Curtis (por un señor que no sabía ni pronunciar el nombre) Bernard Summer, contó que para él no era sólo un músico que tocaba con él, si no que era su amigo, incluso antes de tocar juntos. Que Ian podía ser gracioso, que tenía pensamientos profundos, aunque lo más intenso lo guardaba para sus letras. Pero que no necesariamente tomó decisiones afortunadas en su vida personal. Que era una persona amable con la gente.
Ante una de las bandas que, tal como nos dijo, buscó hacer música del futuro, no música del pasado; nuestra pregunta fue específica:teniendo ahora tres integrantes que tocan teclados, sintetizadores y muchos procesos más ¿Cómo han arreglado los temas y trabajado las diversas capas sonoras? La respuesta, no pudo ser más satisfactoria. En realidad, los temas antiguos fueron hechos por dos personas en computadoras, así que resulta mucho más fácil ser más personas soltando las pistas o tocando los varios teclados de los diversos temas, puesto que en realidad, así fueron compuestos.
Una vez finalizadas las preguntas, no se pudo contener más la ansiedad de fanáticos que tenían los mismos periodistas quienes se abalanzaron sobre la simbólica valla de seguridad para que les firmaran sus vinilos. Era evidente que el cariño de la gente no los abandonaría mientras estuvieran en Lima.
Muchas gracias a los colegas por la conversa y a las chicas de 3 Puntos por las facilidades brindadas.