“Esta canción habla de una visión en un viaje de Ayahuasca en la Selva del Perú, donde unos seres mágicos, como unas aves angelicales me quitaron todos mis miedos y me devolvieron la paz que necesitaba en un momento de oscuridad durante la ceremonia. Tenían una luz dorada brillante que era como un bálsamo que todo lo pacificaba. Cuando les preguntaba quiénes eran, me respondían que eran lo mismo que nosotros, solo que en otros cuerpos y en otros tiempos, como dándome esa tranquilidad de que son solo diferentes estados de evolución.” Es así como Ruy Hinostroza, músico peruano, describe la experiencia de crear “Aves Doradas”.
La canción, que fue publicada hace unos días, cuenta con un videoclip grabado en el Valle Sagrado, entre las Chullpas de Urubamba y los alrededores de la laguna de Huaypo y también tiene imágenes tomadas en el camino al Valle de Antón de Panamá.
Los aires frescos de las alturas de las montañas son el motor para que las aves abran sus alas para volar libres, confiando en todo momento y sostenidas por la naturaleza y sus corrientes. Estos lugares mágicos siempre sirven de inspiración y siempre alimentan el arte.
Si bien han pasado más de dos años desde su experiencia con la Ayahuasca, Ruy ha aprovechado este tiempo para madurar el tema y convertirlo en un himno que fusiona la música meditativa, el rock y lo real maravilloso. Ya disponible en plataformas digitales.