En 2018 la cantautora peruana -radicada en Madrid- se presentó al mundo con un cándido EP de un indie pop titulado «Sueños y matices» en los que le cantaba al amor, desamor y experiencias juveniles. Luego de algunos años de madurez, y de afrontar una pandemia, nos presenta «Sin tocarnos» con la que da inicio a una nueva etapa musical.
Sin tocarnos” representa ese encanto y esa conexión que tienen las parejas del mundo para sentirse enlazadas, derrumbando cualquier frontera y también sintiéndose físicamente a través de la fuerza de la imaginación. Una canción para retratar al “amor en tiempos de Covid” y mostrar cómo a pesar de la distancia y las dificultades las personas que se aman pueden conectar entre sí derribando las distancias físicas. Todo esto envuelto en una atmósfera onírica donde también se habla del reencontrarse con uno mismo y donde el tiempo es una variable más.
“Sin tocarnos” llegó a mi mente mientras improvisaba un beat en mi laptop en plena pandemia. Me inspiré en los amores a distancia, en esa sensación de querer escapar de la cotidianidad. Posteriormente, le presenté un borrador a Christa Mazuelos (con quien ya he escrito canciones anteriormente y que también forma parte de este proyecto) y le gustó, entonces empezaron a fluir más ideas, y siento que ella le aportó a la canción ese toque político y contestatario que tiene actualmente”, comenta la cantautora respecto al origen de la canción.
En cuanto a su sonoridad, la canción posee cierta carga melancólica y pausada que la hace agradable a primera escucha. Su personalidad ensoñadora puede envolver al oyente en un viaje de luces de neón transitando entre el bedroom pop y el dance pop.
