En el 2013, en el laboratorio musical de Efraín Rozas, se llevó a cabo un experimento muy peculiar e interesante. La salsa dura característica de los 70’s se fusionó con ritmos y sonidos psicodélicos-electrónicos de sintetizadores y guitarras propias de la cumbia peruana. El resultado, el disco debut de esta agrupación formada en Nueva York, el cual es homónimo a este conjunto de salsa psicodélica: La Mecánica Popular.
Aquí una reseña de su más reciente disco gracias a: Sebastián Palomino Otiniano
[dropcap size=big]D[/dropcap]esde la portada se puede intuir sobre lo que le espera a nuestros oídos. Los colores llamativos, gráficos e imágenes relacionados a lo tropical sobrepuestos uno sobre el otro y el nombre del conjunto en letras amarillas capta rápidamente la atención de quien lo vea. El arte de este álbum refleja claramente lo que se busca transmitir con las canciones de este disco, lo cual se irá descubriendo al escuchar cada una.
Este disco de nueve temas comienza con la canción “La Paz del Freak”. Desde el primer minuto se puede sentir el son y sabor que caracteriza a la salsa dura, combinada con la guitarra psicodélica de Ernesto Lucar. Basta con escuchar el primer minuto de la canción para que el oyente se sienta invadido por las ganas de bailar al ritmo de los timbales y el piano. “La paz del freak es vivir su vida como le da la gana” se repite en los coros. Una letra atrevida y callejera adorna esta interesante canción, todos los músicos en conjunto comienzan con fuerza y actitud lo cual invita a seguir escuchando los temas que continúan.
Una conflictiva historia de amor se narra en las letras de “Ella le decía”. La presencia del sonido psicodélico de los sintetizadores se complementa con las escalas de jazz del piano, ambas son los elementos predominantes a lo largo de esta canción y lo que demuestra que la salsa y la psicodelia pueden ir de la mano. Una cosa de otro mundo.
“Guajiro” es el tema psicodélico por excelencia de este álbum. Los sintetizadores, acompañados de la percusión y voces que simulan ecos a lo lejos, crean una atmósfera la cual por momentos puede ser muy intensa y de repente las aguas se calman nuevamente para dejar que el sonido del sintetizador fluya hasta concluir la canción.
La temática amorosa de las letras vuelve con un bolero llamado “Sé que me olvidaste”. Una voz melancólica y apaciguada acompañada por un piano son los ingredientes perfectos para hacer de esta canción una de las más emocionales del disco. A continuación se encuentra “Árbol”, la cual tiene letras y ritmos más alegres para dejarnos una sabia moraleja a lo largo del tema: “¿Ya no sabes que ese árbol no da fruta en tu jardín? ¿Para qué vas a regarlo? Mejor échalo pa’ allá.”
Dejando añoranzas y melancolías de lado por un momento, la guaracha retorna con fuerza en “Muy distinto”. En esta canción, LMP vuelve a sus bases de salsa dura y hace de este tema el más movido de todo el disco. Hasta aquel que no es un fanático de la salsa no va a aguantar las ganas de mover el cuerpo al escuchar el retumbar de los timbales y bongós, y el rápido acompañamiento del piano con el bajo.
Se dijo que este disco tenía elementos tropicales de la chicha peruana fusionados con la salsa psicodélica y, en efecto, “Milagro” califica en esta categoría. Este tema tiene características notorias de cumbia y chicha de grupos peruanos como Los Destellos y el toque contemporáneo de Bareto. Es un tema que reúne tres estilos musicales latinoamericanos representativos y crea una mixtura de sonidos agradables al oído.
“La Tragaespadas” se suma a la lista de canciones de desamor del disco. Este tema en especial es interpretado con mayor sentimiento y tristeza. Las frases pausadas de Efraín Rozas son acompañadas por el llorar del slide de la guitarra y suaves golpes de bongó. La canción llega a un punto en el cual la voz se percibe como si estuviera a punto de quebrar en llanto cuando dice: “Quiero olvidar la tristeza y la desilusión que dejaste en mi corazón…”. Sin embargo, un redoble en los timbales marca el cambio que faltaba y el tema se torna alegre dándole un matiz diferente a lo que venía transmitiendo.
Por último, el disco cierra con una versión alternativa de “Sé que me olvidaste”, interpretada por la cantante Joy Hanson. Su delicada voz le da el toque femenino a este disco con el cual cierra con broche de oro.
La Mecánica Popular es una muy buena carta de presentación para este grupo de música latinoamericana. Para la realización de este disco se contó con la colaboración de músicos de diversas nacionalidades, incluyendo al maestro Louis Bauzo, percusionista que ha tocado con grandes como Héctor Lavoe, Tito Puente y Celia Cruz, lo cual hace más interesante la propuesta que trae esta agrupación.
Xuxi Lazzaro, ganador de algunos Grammys y sonidista detrás de discos de Juan Luis Guerra; el productor musical Manuel García Orozco y el antropólogo y músico Efraín Rozas son los personajes detrás de la producción de este álbum que ha recibido elogios por parte de la prensa internacional y de músicos como José Alberto “El Canario” y Juanes, quien los consideró entre el top tres de su convocatoria a las mejores bandas latinas de EEUU.
Su disco se puede adquirir de manera virtual desde su página en Bandcamp, y también se encuentra disponible en Spotify. El disco en físico cuenta además con tres bonus tracks. Puede leer una entrevista con Efraín Rozas aquí.
Este fin de semana La Mecánica Popular se presenta en el escenario principal del Festival Selvámonos.
