A través de distintas agrupaciones y proyectos solistas, Chino Burga (La Ira de Dios, 3 AM, Culto al Qondor, The Underground Parties, en otros), ha explorado diversos estilos y sonidos, desde lo accesible a lo experimental, estableciéndose como una voz importante en el rock y metal peruano, siempre con una huella personal. Esta vez, a través del sello Inti Records presenta, en digital y cassette, el álbum ‘Echoes of the Mountain’ bajo el nombre de Ande.
Se trata de un álbum que, en líneas generales, invita a explorar territorios más cercanos a lo místico y ceremonioso, oscilando entre lo contemplativo y lo narrativo, buscando rendirle homenaje a sonidos e historias del altiplano.
Ande captura, con este lanzamiento, una atmósfera particular que, a pesar de su corta duración, 35 minutos, logra mantener al oyente sumergido en una suerte de ritual que se siente tan colectivo como personal. Muestra características de un pasado más tosco en fidelidad del sonido, utilizando la saturación para crear texturas atmosféricas inspiradas en el noise, que se refuerza en el “lofi” propio del cassette. Simultáneamente, acompañan elementos como capas de guitarra saturadas, tajantes a través de la reverberación, o la misma voz de Burga, procesada con una reverberación larga que suena lejana pero a la vez íntima, para no sacrificar el relato.
El álbum empieza con We Rise y Father Sun. Ambas extraen tanto del “blues”, como de la psicodelia en el tono de las guitarras, acompañadas solamente por un bombo para empujar el ritmo de manera hipnótica. Rápidamente, los elementos llenan el espacio sonoro sin recurrir a un material necesariamente complejo, manteniendo una simplicidad elemental que por el contrario, captura la atención fácilmente. De esta manera, logra un sonido que explora diversos estilos sin abusar de la multiplicidad de elementos que parecen inspirar el álbum . Un sonido que por momentos hace pensar en bandas cómo Wooden Shjips o Six Organs of Admittance, sin el nexo a la cultura norteamericana, y por lo tanto, más familiar al contexto local.
En temas como Penance o The Ascension particularmente, se refuerza el logro del álbum en su intención de re-imaginar el lugar emocional con el que se viven los sonidos, y melodías típicas de las culturas del altiplano. Manteniendo la misma estructura de guitarra, bombo, y voz, convergen múltiples estilos que se nutren de la reducción a los elementos necesarios. Así, el álbum adopta un carácter que no depende realmente de la conservación de variables tradicionales de estructura, optando más por llenar un espacio etéreo y explorar la emoción detrás. Esto coincide con la temática de plegaria, de rezo, del culto a lo divino, y buscar lograr un ritual que deviene de lo repetitivo y fundamental.
Por otro lado, en March To The Top Of The Mountains, abandonamos la velocidad constante del ritmo que hasta el momento ha fomentado una suerte de descenso lento hacia lo interno. Esta vez, la percusión acelera el ritmo, dandole sentido al nombre de la canción, guiando una guitarra que también responde a este cambio, optando por un sonido más claro y armonioso. Se encuentran nuevamente los mismos instrumentos sumergidos en una reverberación densa pero la atmósfera carga un color distinto. Este giro inesperado se vuelve una suerte de momento visceral, un trance guiado, que deja de apuntar hacia adentro e invita a exhalar con mayor fuerza.
La atención a elementos como el horizonte, el tiempo, las montañas, la memoria de las melodías y sonidos mas longevos a través de las generaciones, se percibe en los temas The Time Has Come, Qollca, y el final, As the Sun Sets. En estos, se conserva el minimalismo en términos de instrumentación y arreglo que prevalece en el resto de temas, generando esa misma sensación de ritual introspectivo, pero se hace clara una intención cercana a la de músicos como Steve Von Till o Dylan Carlson, al buscar preservar relatos tradicionales locales de culturas. Así, se pone en primer lugar la importancia de contar cuentos a través de la música, de fomentar la imaginación a través de la escucha, y poder sentir los cambios emocionales que genera. Y es ahí donde más triunfa este lanzamiento.
Con ‘Echoes of the Mountain’ y Ande, Burga resalta una necesidad de no limitar los espacios musicales que viven de la interpretación y re-interpretación para continuar evolucionando. Así, se pueden continuar creando momentos musicales que no solo sirvan en función de maximizar el entretenimiento colectivo, sino que a la vez fomentan una atención más intima y una experiencia más personal. Este proyecto invita a formar parte de un momento en su viaje musical a lo largo de una extensa carrera, y en esta iteración, se encamina hacia lo profundo acompañado por el eco de las montañas.
‘Echoes of the Mountain’ se encuentra disponible en una edición en cassette limitada y además en todas las plataformas digitales. Puedes conseguir tu copia a través de la página de Inti Records o escribiendo al correo intirecords.peru@gmail.com.
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