Un submarino tiene la característica de que avanza sin que lo veas, no es subterráneo, está bajo el agua y puede llegar a cualquier parte del mundo. A su vez es un muy exclusivo tipo de vehículo que puede tener tanto uso militar como uso científico. Algo así es esta banda, con un pie en la satisfacción del gusto musical de su creador y por otra parte en el compartir su reflexión personal, política y vital.
Esteban Bertarelli es un caballero, así, de los de antaño. Con tanta humildad como con precisión, es parte de los motores ejecutivos de la productora boutique Montes & Manrique, a quienes Lima tiene que agradecer la venida de Yo La Tengo, El Mató a un policía motorizado, 107 Faunos y Bestia Bebé; así como de Faro Discos, quienes a partir de comunicar juntos el trabajo coordinado de 7 bandas nuevas, han logrado rápidamente causar grata sorpresa entre el creciente universo de sellos independientes peruanos.
Submarino, Faro, Montes y Manrique, son una brillante punta de iceberg, de cómo las nuevas generaciones hacen las cosas a su manera y las vienen haciendo bien. En Submarino, Esteban ha encontrado un canal para su propia voz, construyendo su propio universo narrativo, complejo y reflexivo, que nos presenta una mirada intimista acerca de los grandes y pequeños procesos de la vida.
Si bien Submarino es parte de las bandas que dan sus primeros pasos en el Bar de Bernabé, fue fundada embrionariamente en el 2007 en Piura, pero es recién en este momento y contexto en donde la atención de nuevos medios digitales, público y prensa, está centrada en el rock contemporáneo, que una propuesta como esta puede florecer. Pero como suele ocurrir en las buenas historias, cuando todo está inmejorable, algo tiene que pasar, para llevarnos a una nueva dirección.
El protagonista de esta historia, el joven diplomático piurano Esteban, partirá a estudiar a Europa la próxima semana, por lo que el concierto que brindarán mañana en Hensley Monterrico Rock City, Primavera 1377, Surco, es una oportunidad única para escuchar a esta banda en su mejor momento -por ahora-. Les acompañará el nuevo proyecto solista de Gabriela Gastelumendi junto al productor musical Alejandro León. Más información en el evento aquí.
Hemos sido testigos de cómo el submarino ha ido ascendiendo, como para dejarse ver sobre las olas. Aquí nuestra conversa con Esteban, quien nos cuenta acerca de su música, sus historias, influencias, el trabajo colectivo con los músicos de la banda y el futuro posible.
Les dejamos con sus palabras y el videoclip de Henry Kissinger
¿Existe un imaginario de Submarino? ¿o es una construcción aleatoria de paisajes?
Espero que sí, pero creo que no es muy concreta. O, más que un imaginario, yo hablaría de una temática común en las canciones: la confusión, la ausencia y la contradicción, sobre todo. Que están resumidas en la frase de Javier Marías que cito en La importancia de no ver nunca más a alguien: “no has querido saber, pero has sabido”. Ese querer estar y no estar al mismo tiempo.
Pero imaginario per sé, como el que tiene, no sé, Bruce Springsteen (la clase trabajadora de los pueblos americanos) o Chabuca Granda (con la Lima criolla vieja que se va), no me queda tan claro que lo haya desarrollado aún.
¿Cómo afrontas la construcción lírica?
Creo que es la parte más importante para mí. No soy un buen músico, técnicamente, y no puedo expresar lo que siento con una guitarra o un piano. Entonces, trato de hacerlo con la letra y la melodía.
Lo que intento es que la letra no sea trillada, de decir algo que no haya escuchado mil veces. O de decirlo diferente. En algunos casos (Larga distancia, Literatura onanista, ¿No es lo que te encanta?) son historias con principio, nudo y desenlace, pero sin ilación. En otros casos (La importancia de no ver nunca más a alguien, Henry Kissinger) trabajo sobre imágenes, como si fueran poemas. Pero lo que busco siempre es expresar algo bien concreto de forma más bien abstracta.
¿Cómo trabajan los instrumentos «no convencionales» como el trombón y la guitarra acústica?
Los vientos son algo que me encanta. Me viene por escuchar a Neutral Milk Hotel, a Belle and Sebastian y a Beulah, pero también luego por escuchar salsa y rock más clásico, como Bruce Springsteen. Entonces, como Fernando toca trombón, era una oportunidad que ni pintada.
Si bien la guitarra acústica también se usa mucho en bandas que me influenciaron (The Smiths, Go Betweens, R.E.M.), el motivo por el que la uso tanto – sobre todo en vivo – es más bien logístico: nunca aprendí a tocar guitarra eléctrica, ni a usar una púa. Entonces, cuando pedía prestadas guitarras de mis amigos, las devolvía con las cuerdas rotas, o manchadas de sangre. Por eso me compré una electroacústica con cuerdas de nylon, que es lo que estoy acostumbrado a tocar. Pero en el disco muchas de las canciones no la usan.
Igual, en el futuro me gustaría seguir por este camino, ya sea evolucionando hacia una orquesta noise, como Broken Social Scene, o jugando más con el estudio y las texturas electrónicas. O probando cosas diferentes, tratar de salir de lo usual. Como los arreglos de los valses de Lucha Reyes.
¿En qué se diferencia esta última experiencia de grabación en las anteriores?
En realidad, son parte de un mismo proceso continuo. La idea era tener un disco de 12 canciones, pero luego pensé que el disco sería más redondo si lo hacía solo en español. Por eso Homesickness, Hats are left alone y La noche triste salieron antes.
Es jodido grabar música a medio tiempo. Teníamos que programar los fines de semana para grabar cada instrumento, y dependía mucho de la disponibilidad de la banda y el estudio. Y yo, que soy ansioso, me angustiaba con tener la idea en la cabeza, y verlo retrasarse y retrasarse.
Lo bueno es que todos los que tuvieron que ver con el proceso (la banda, Christian, Lucas y Alberto), lo hicieron excelente.
¿Cuál ha sido la alineación de la banda al momento de grabar? y ¿cuáles son los aportes de cada uno?
Mauricio Pandzic (Garabato) en la batería; Fernando Casanova (Los Zapping, Millones de Colores, Combo Breaker) en los trombones y coros; Bronto Montano (Serto Mercurio), en el bajo y Kevin Muguerza (Almirante Ackbar) en la guitarra. Además, Diego Cendra (Los Zapping, Juan Gris) grabó un par de guitarras, y Lucas Stiglich (Los Zapping, Mundaka) grabó guitarras y sintetizadores para varias canciones, además de coproducir el disco.
Lanzaron una campaña de redes con historias de cada uno, cuéntanos más de su desarrollo gráfico y conceptual.
En realidad, salió casi como una broma. Las fotos, y todo el arte del disco – y de Homesickness estuvo a cargo de Los Colaboradores. Conversamos unas directivas gráficas, pero la ejecución es netamente de ellos.
Cuando nos enviaron las fotos grupales para el disco, también nos pasaron unas individuales de cada uno. Y un día que estábamos en Bernabé con gente de Faro (Lucas, Lucía y Richard), se me ocurrió que estaría bonito ir lanzándolas una por una, con un texto divertido, escrito por Richard, que tiene más chispa que todos juntos. Y funcionó: son los posts con mayor alcance orgánico que hemos tenido.
Conceptualmente, la inspiración son los videos y textos de Alonso “Mula”´García Herbozo, y las fotografías de Ouka Leele.
Son una de las primeras bandas peruanas en ser lanzadas con el agregador digital Altafonte ¿qué tal se viene dando esa experiencia?
Muy bien. Es muy bacán trabajar con Altafonte: la plataforma es muy amigable, y los discos los subimos al toque, sin ningún problema.
Basta ver los artistas y empresas que trabajan con ellos para saber que estamos en buenas manos. ¡Si tenemos un ejecutivo de cuenta propio, y todo! Que además es A1, en todo sentido.
¿Cómo están trabajando al tener integrantes en distintos continentes? ¿Qué pasará ahora que viajas?
La idea es seguir con la banda. Como mencioné arriba, todos los miembros de Submarino lideran proyectos paralelos, por lo que ya está conversado que, en los casos en que no puedan tocar, alguien más lo hará.
Yo, en el año que viviré en Londres, quiero hacer dos cosas: grabar un EP, que estoy terminando de componer, ajustado a las circunstancias (con más aspectos electrónicos, quizás, o lo que puedan hacer mis amigos desde sus computadoras).
Y salir de gira por España. Eso me gustaría mucho.