Conversamos con Efraín Rozas, el freak que encontró la paz gracias a La Mecánica Popular.
¿Sabía usted que una banda de origen peruano ha sido elegida la mejor banda latina de la costa oeste de los EEUU? ¿Que esa misma banda ha teloneado a la Fania All Stars en su 50 aniversario o a grandes referentes como Antibalas y la Sun Ra Orchestra? Pues parece que La Mecánica Popular es tan humilde como grande.
Aprovechamos la visita a Perú de su líder, el antropólogo y música Efraín Rozas, con motivo de la participación de la banda en el Festival Selvámonos 2015, para que nos cuente acerca de la historia de la banda, su disco debut y lo que tienen preparado para su presentación en Oxapampa a finales de junio.
¿Cómo se funda La Mecánica Popular?
La Mecánica se funda el segundo año de mi llegada a Nueva York. Es un proyecto que yo idee. Siempre digo que hay artistas que producen siguiendo una escena, haciéndola crecer. Hay otros que tocan para una escena que se imaginan. En mi caso fue lo segundo. Me imaginé a gente bailando salsa pero viajando con la mente, a músicos experimentales haciendo salsa, a salseros haciendo música experimental. Música electrónica que no perdiera el sabor africano. Música Africana hecha con máquinas. Eso es la mecánica popular, una necesidad de mezclar mundos que no se juntan así nomás, y Nueva York era perfecto para eso porque no solo nació la Salsa ahí con disqueras como Fania records, sino que es una ciudad donde gente de todo el mundo se mezcla.
¿Quienes integran LMP, de qué nacionales y proyectos musicales provienen?
La Mecánica es una especie de caravana o tren que va recogiendo personas de diferentes lugares del mundo, y digamos que yo soy el chofer. Y en diferentes momentos tiene más o menos vagones. Va cambiando de forma. Hemos tenido gente de Panamá, Colombia, EU, Venezuela, Perú, México y varios países más.
Hemos visto a la banda crecer paso a paso ¿Cuáles son los circuitos en los que han ido tocando en EEUU?
La banda es relativamente nueva sin embargo hemos tocado en lugares muy interesantes, y sobre todo extremadamente diversos. Un fin de semana podíamos estar en un festival de jazz junto a bandas como Sun Ra Arkestra o Marc Ribot, y a los dos días en un club super salsero en Harlem, y de ahí estar en la inauguración del Museo de Queens, o en el Museo de Brooklyn. Festivales abiertos con gente como Antibalas o Juana Molina en Soundcheck. Esos son algunos ejemplos. Creo que eso tiene que ver a esa escena imaginaria de la que hablaba. No somos parte de una escena específica pero podemos estar en lugares muy diferentes.
¿Cómo fue la experiencia de tocar con la Fania All Stars en su 50 aniversario?
Eso fue algo increible. Tocar frente a miles de personas en un concierto en el Central Park ya de por sí es una experiencia increíble. Y hacerlo en el 50 aniversario de la Fania, pues ya te imaginarás. Fuimos los más jóvenes en ese festival. Fue como cerrar un círculo, tocar algo nuevo en el lugar donde todo empezó, con la gente que lo empezó. Cuando me baje en la estación de metro para llegar al anfiteatro, fue como entrar a otra dimensión de la que hasta ahora no salgo. Realmente fue una experiencia inolvidable.
¿Y el proceso de tocar con Juanes en Miami?
Lo de Juanes fue en Nueva York también. Había un concurso convocado por Juanes para encontrar a las Mejores bandas Latinas todo Estados Unidos. Y una amiga mandó nuestra música, y terminamos siendo la mejor Banda de la costa este, y una de las 3 mejores de EU. Cuando Juanes nos vio tocar en vivo, fue sorprendente. Agarró el micro y dijo varias cosas que se resumen en «La Banda Suena de Puta madre!!!» ese video esta por ahí en Youtube.
¿Cómo se ha dado el trabajo de prensa de la banda? Siendo de los pocos peruanos que han salido en CNN y medios de respeto internacional como congahead.
Todo ha sido muy orgánico, muy de boca en boca. De nuevo la idea del tren. Ha habido gente que se ha ido subiendo y que nos ha dado mucho apoyo, y todo ha sido de boca en boca. Sobre todo después de vernos en vivo hay mucha gente que ha conectado. Yo vine a NY porque obtuve una beca para hacer un Doctorado en música entonces no he tenido mucho tiempo para esas cosas. He estado muy ocupado en eso, solo quedaba tiempo para hacer música todo lo demás vino un poco solo.
¿Cómo fue el proceso de grabación del disco debut? Cuéntanos del trabajo con Xuxi Lázzaro
Igual que en los otros aspectos, fue gracias gente que creyó, que se subió, y se hizo muy rápido, en excelentes condiciones. Conseguí un estudio increible porque una vez fui a la biblioteca de la Universidad de Nueva York, donde yo estudio, a sacar tres discos: Miles Davis, Celia Cruz y John Cage. Y un chico lo ve y me dice «que bonita combinación». Y fue ese chico, Manuel García, que resultó ser un productor nominado al Grammy, y que termina grabando el disco, y que me consigue un super estudio. A Xuxi Lazzaro, yo lo encontré en los créditos del que para mi es el mejor disco Latinoamericano de los úiltimos diez años: El juidero de Rita Indiana. Y simplemente le escribí un email, le dije me pareces el mejor productor para esto, esta es mi música. Y me dijo «me gusta». Así de simple. Y se tomó un avión, vino, me consiguió uno de los mejores estudios de Brooklyn, y produjo. Increíble. Con muy poco presupuesto, por amor a la música. Luego me vine a enterar que también es el productor de los últimos discos de Juan Luis Guerra, y que tiene varios Grammys. Hace poco me invitó a ponerle música a una Película en República Dominicana. Seguimos haciendo cosas.
¿Qué se aprende de tocar con Louis Bauzo?¿Qué aportó en la grabación?
Cuando yo llegué a NY una de las primeras cosas que hice fue buscar a la gente que creó el sonido de la salsa. Y muchos me dijeron: ve con Luis Bauzo. Él además de haber tocado con todo el mundo, Celia Cruz, Tito Puente, Hector Lavoe, es un gran profesor. Y me puse a estudiar timbales con él. Y lo mismo. Le dije podrías grabar en mi disco? Y me dijo «Sí». Así de simple. Él es un tipo bastante «duro» pero fue a la vez bastante abierto. Y creo que la gran lección es que no hay reglas, ni tampoco grandes o chicos en la música. Cuando haces algo de corazón, con honestidad y seriedad, la gente lo siente, y conecta.
¿Qué tiene preparado para su participación en el Festival Selvámonos 2015?
Esta es una ocasíon bastante especial para mi. Vengo a tocar por primera vez invitado a un festival en Perú. Y es en la zona de Oxapampa, lo cual lo hace más especial todavía porque hace unos años yo estuve un tiempo cerca de ahí en una comunidad Asháninka, investigando su música, y eso me cambió la vida. De alguna manera también es cerrar un círculo. Selvámonos es un festival increible, que no es es solo música sino todo un proyecto que involucra a la comunidad y cuidado de la ecología. Estamos felices de tocar allá, y el ambiente se presta para hacer un concierto con mucha improvisación y psicodelia, pero siempre manteniendo la base de salsa dura.
