Conversamos con el electrovador colombiano residente en el Perú en la antesala de la presentación de su disco Cóndor.
Usualmente los músicos peruanos buscan el emigrar al extranjero en busca de oportunidades.
Nos resulta paradójico y sorprendente que músicos de otras latitudes decidan radicar en nuestro país.
El caso de Masilva resulta interesante por entablar diálogo entre los lenguajes musicales globales y las músicas populares-tradicionales latinoamericanas.
El día de hoy miércoles 21 de noviembre, Masilva presenta su segundo disco, titulado Cóndor, en La Despensa ubicada en Manuel Bonilla 116, Miraflores.
Aquí nuestra conversación con Camilo Martínez Silva.
¿Que es para ti ser un «electrovador»?
Electrovador es un término que he encontrado para describir mi música, que cuenta historias, como las de los juglares y trovadores (los de allá y los de acá, los de antes y los de ahora) y que tiene algo de electrónica, porque a pesar de que me formé en la vieja escuela del rock y de la música tocada con instrumentos, una vez conocí la electrónica a través del drum n bass y el trip hop por allá por el 97 mi vida musical cambió.
¿Bajo qué formatos te sueles presentar?
En un principio, después de haber hecho mi primer disco que surgió como un proyecto de estudio, no concebía tocar sólo, porque la música no estaba pensada para ser tocada de esa manera, pero me encontraba en un lugar nuevo, sin conocer ni saber cómo ni con quien formar una banda en vivo. Así que estuve como un año sin poder salir a tocar ese disco, Criollo Businessman. Luego conocí a los músicos que hoy me acompañan y todo se puso en su lugar. Sin embargo he encontrado que también me puedo amoldar a otros formatos, como en trío o dúo (en lugar de cuarteto) e incluso hasta sólo, con un loop station y acústico también. Me gusta cambiar de formato, para variar y no aburrirme.
¿Cómo se da el proceso de composición de Cóndor?
Cóndor es un disco que ha surgido a lo largo de 2010-2012, de recibir influencias de Lima, de Perú por donde he tenido la oportunidad de viajar y por supuesto mezclando eso con las viviencias y músicas que ya tenía antes en mi universo o en mi haber. El nombre se debe al título de la canción homónima, pero también porque es un ave muy singular, perteneciente al mundo andino que es la columna vertebral del pacífico suramericano. Es un símbolo suramericano. Es una ave de carroña, que se alimenta de muerte y yo me alimento de músicas recicladas, y las transformo a mi parecer. Es un ave que pone un sólo huevo cada 2 años, y bueno, eso es lo que a mi me tarda masomenos hacer un disco, 2 años.
¿Cómo se grabó?
Se grabó entre mi jato y Lobo -el estudio de un amigo-. Es una grabación casera, hecha entre el desayuno, la merienda y las idas a la bodega. La mezcla la hizo «Chufla» un ingeniero de mezcla de Bogotá, discípulo de Richard Blair -un inglés quien trabajó con Peter Gabriel que se radicó en Colombia hace años y que formó Sidestepper, la primera banda que en Colombia mezcló electrónica y tropicalismo, por allá por el año 2mil-. Yo aproveché para ir a visitar a mi familia y asistir a las sesiones. Chufla es un freak de los equipos análogos, de los filtros, los sintes de hardware y ha mezclado y grabado a Chocquibtown, Bomba Estéreo, Sargento García. Es un capo.
¿Quienes colaboran en el disco?
En el disco graban los músicos que acompañan a Masilva en vivo, Junior Pacora que es un multi-instrumentista alucinante, Jimmy Infante, un guitarrista de Los Olivos que es bestial y Hugo Ortiz, un batero del Callao con punche de locomotora. También están invitados Fuckin Clan en un rap, Luis Linares al contrabajo, Diego Ain, un amigo brasilero que reside en España y Feliciana Muñoz, una empleada doméstica de Huancavelica que corre pruebas de fondo y canta desde el centro la tierra.
¿Como ves la movida musical limeña?
La movida musical limeña tiene un potencial enorme. Lima es una ciudad llena de cultura andina, de criollismo y afroperuanidad, de cumbia y chicha, de kitsch. Sin embargo veo alguna reticencia por parte de algunos músicos jóvenes a adoptar las raíces culturales/musicales del Perú, veo muchos chibolos que quieren imitar a las bandas inglesas y gringas en lugar de asimilar lo que es de ellos. No es que me parezca mal influenciarse por géneros extranjeros, yo mismo lo hago, pero esas influencias hay que adaptarlas a la peruanidad, y no lo digo como discurso chauvinista ni «de bandera» sino porque sólo cuando se es uno mismo se puede ser uno mismo. Sin embargo veo bandas que están con todas las pilas y las ganas y si veo gente indagando en «lo suyo». Veo que el gobierno municipal empieza a promover la cultura musical y artística y eso es un buen síntoma. Las radios definitivamente no tienen mi simpatía pues no apoyan en absoluto la escena local y sólo programan música extranjera, y además fuera de vigencia. No puede ser que estén pasando lo que sonaba en USA hace 30 años!! Deberían programar lo que suena en Perú AHORA! Pero soy optimista, creo que se fragua algo bueno.