Conversamos con el guitarrista y violinista de La Sarita con motivo del lanzamiento de su nuevo video clip.
La exploración musical de los integrantes de La Sarita, es parte de complejos procesos culturales, que se vinculan en las labores sonoras y audiovisuales.
La danza de las tijeras, es una de las prácticas danzarias y musicales más antiguas del territorio que actualmente conocemos como Perú. Con características acrobáticas y hasta faquíricas, tiene su primera referencia histórica en el Taki Onqoy, movimiento mesiánico en el cual diversos danzantes fueron poseídos por las huacas, las energías de los espacios sagrados, rebelándose contra el virreynato español, suscitando un fuerte proceso de extirpación de idolatrías.
La danza reaparecería durante el siglo XX en los mismos espacios, Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, como parte integral de las fiestas del agua. Para la década del sesenta, José María Arguedas estimularía las presentaciones de los danzantes en Lima. Durante los noventas, la antropóloga Lucy Nuñez realizó un estudio muy completo respecto a la historia de los Danzaq o Danzantes de Tijeras, y recientemente Manuel Arce editó gracias al IFEA el libro La danza de Tijeras y el violín de Lucanas. La gestión de sus organizaciones gremiales logró que la danza fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. La Municipalidad Metropolitana de Lima les rindió homenaje el año pasado (en condiciones técnicas similares a las de Lima Vive Rock)
El maestro Marino Marcacuzco, crecido en Aucará, Ayacucho, ha sido presidente de la Asociación de Músicos y Danzantes de Tijeras del Perú, la más antigua organización gremial que articula a danzantes de diversos lugares del país, pero sobre todo de Ayacucho. Referente para la futura formación de asociaciones y federaciones en Huancavelica y Apurimac. Desde los últimos tres discos de La Sarita, pasó de ser un invitado a convertirse, junto a sus compañeros danzantes y arpista, en el elemento musical y escénico que afirma la identidad peruana tradicional en la propuesta de la banda.
La Sarita, si bien ha contado con diversidad de músicos de alto nivel como integrantes, surge de un núcleo musical que experimenta con la fusión peruana, aproximándose a ella desde la cumbia andina, la chicha dura y otras músicas urbanas, que crecían a la par a la periferia de la ciudad de Lima.
El barrio del Agustino, es forja popular física y cultural. Desde las faenas comunales que llevaron a la construcción del distrito sobre los cerros, hasta la organización de festivales como los fundamentales Agustirock y Agustinazo. Los integrantes originales de La Sarita, la forman luego de separarse (en bloque) de Los Mojarras, con quienes ya venían de conocer la difusión masiva, televisiva y radial, además de girar por el Perú y Alemania. El nombre de la banda, es referencia directa a la santa popular, referente del Agustino y de toda la ciudad.
Los integrantes originales de La Sarita, venían de explorar la síntesis de las músicas populares urbanas de Lima, con los lenguajes musicales de circulación global. En el camino, la búsqueda identitaria, los lleva a aproximarse a las raíces de la resistencia cultural en el Perú. Los cultores de la música popular urbana limeña, comienzan a crear junto a los guardianes y constructores de una de las expresiones culturales más antiguas del Perú, la Danza de Tijeras.
Parte de esa experiencia se sintetiza en la última producción de la banda Identidad. Por ello que el primer single del disco sea el tema El Techadito, que muestra el viaje del violinista de la banda, a su pueblo natal, Auracá.
Conversamos con el guitarrista fundador de la banda Martín Choy y el violinista Marino Marcacuzco , quienes se dedican a la exploración musical de las músicas peruanas, mucho antes de que estuviera de moda hacerlo, cuando incluso uno podía recibir abierta violencia por afirmarse dignamente serrano.
Aquí nuestra entrevista con ellos.
El Techadito
