Conversamos con la producción de Chorrillano Maldito acerca de su trabajo aportando a la escena de las fiestas con DJs en Lima. Chorrillano Maldito, es parte de un fenómeno de jóvenes productores locales que buscan brindar alternativas en la noche limeña. (Antes hemos conversado con otras productoras, como Fiestas con CH)
Las fiestas, aunque aparentemente sirven sólo para divertirnos, cumplen varias funciones sociales: son espacios para los rituales de cortejo, generan fuertes dinámicas económicas y son el espacio de catarsis con el cual cada persona toma impulso para sobrellevar la rutina laboral.
Conversamos con ellos acerca de algunos aspectos de las fiestas: la experiencia, la producción, los planes a futuro y las dificultades de la organización de estos eventos en el contexto local. Lo que nos cuentan es un acercamiento a uno de los formatos musicales más importantes de los últimos tiempos: las fiestas con DJs.
[divider]La fiesta como experiencia para el publico[/divider][column size=one_half position=first ]Para nosotros, la fiesta debe seguir siendo un momento catártico. Como lo fue en el mundo antiguo y en las culturales no occidentales en tiempos modernos. Hoy existe una desconexión con el pasado en la forma de concebir la celebración. En muchos espacios, la celebración, la fiesta, se ha convertido en un momento estándar, solo ligado a las identidades y pertenencias de grupos pequeños que pueden acceder a ciertas discotecas o tonos, sobre todo en el caso de nuestra ciudad. Si abres un poco los ojos, te das cuenta de que las pertenencias tan cerradas y este hipersegmentacionismo al que nos someten los espacios nocturnos limeños, no fomenta esa catarsis que debe generarse en la fiesta. Y esto se da porque el “aquí todos me conocen” es un freno, un motivo para protegerse. Fiestear hoy es el arte de guardar la compostura frente a los míos.
[/column][column size=one_half position=last ]Nuestras fiestas están conceptualizadas para romper con ello desde la apertura y la congregación de múltiples grupos con identidades y pertenencias distintas. En la medida de lo posible, tratamos de convocar ampliamente. El Chorrillano Maldito intenta ser un ritual donde uno se conecta no solo con su grupo confortable de amigos de barrio, universitarios o de la vida, sino conotros, con “uno mismo” y con“la fiesta” en sí misma. Existen nuevos órdenes sociales, nuevas posibilidades nacidas de una masa en la que yo, como asistente al evento, tengo que reinventarme y encontrarme en este grupo que acaba de gestarse y del que hoy formo parte. Pero solo hoy. Y con el tiempo, las reglas del Chorrillano son esas: aquí me puedo soltar, conectar. Porque la gente ya sabe cuál es la mecánica. Sabe que cuando entra al tono, el comportamiento ideal es el que nos lleva a liberarnos. La gente se reconoce en esta nueva dinámica, se identifica.
[/column] [divider] La producción de las fiestas [/divider] [column size=one_half position=first]Nuestros primeros eventos de Chorrillano Maldito y Drácula Yupanqui eran producciones totalmente gestionadas por nosotros. Alquilabas local, contratabas personal para tu operación de barra, ponías a chambear a tus patas y hermanos, la gente se comprometía y así terminabas haciendo el evento totalmente producido por ti. La operación que armabas para esa ocasión no tenía el mismo resultado que una operación con experiencia y un sistema que funcione continuamente. La calidad de los servicios en el evento podía ser mejor, y también nuestro público cada vez más lo demandaba. Ahí fue cuando buscamos locales interesados en coproducir. Así llegamos a Toro, que ciertamente dio un espacio a las producciones independientes y contribuyó a mejorar la calidad de atención al público. Aunque los ingresos tal vez se reducían, ellos ya tenían la operación de barra, la seguridad, el personal, etc., lo que nos permitía concentrarnos bastante más en la producción en sí de la fiesta. Este ha sido un paso muy importante para el Chorrillano Maldito, porque hemos logrado mejorar el servicio al público en los eventos y es algo que ya el público exige y que no puede retroceder. Y esto también ha contribuido a ampliar nuestro público. De hecho, el hacerlo en locales conocidos, con una operación y un servicio de mayor experiencia, más personas se interesan en asistir a los eventos.
Nos han preguntado porqué no ponemos bandas. Nosotros apostamos por los DJs porque estamos viviendo un momento particular en la escena musical en el que DJs productores peruanos están explorando una mezcla que rescata tradición y que forma parte de un
[/column][column size=one_half position=last]diálogo cultural transnacional. El llamado Tropical Bass (género sombrilla donde se encuentran el moombahton, la cumbia digital, el zouk, entre otros)peruanos están explorando una mezcla que rescata tradición y que forma parte de un diálogo cultural transnacional.El llamado Tropical Bass (género sombrilla donde se encuentran el moombahton, la cumbia digital, el zouk, entre otros) es un género que en el Perú se viene posicionando muy bien con Dengue DengueDengue, Elegante &La Imperial, Animal Chuki, el colectivo de Terror Negro, entre otros. Son productores y DJs peruanos que están siendo muy reconocidos a nivel internacional. ,Asimismo, tienes productores como Rafael Morales (Coba SoundSystem), productor de Novalima, que ha llevado la música afroperuana al encuentro con ritmos electrónicos generando una fusión muy interesante. Todo esto es parte de algo mucho más grande que está ocurriendo a nivel mundial. Las melodías y ritmos tradicionales de la cumbia han calado bien en mezclas con géneros que facilitan el intercambio.Por eso pienso que es como una síntesis cultural, una especie de diálogo al que se va aportando.Esta coyuntura nos atrae y creo que al Chorrillano Maldito le cae muy bien. Estos djs son por ahora los representantes del Perú en este diálogo musical, y por eso nos interesa aportar al movimiento. Tratamos en la medida de lo posible de poder convocar ampliamente, por eso también tenemos que negociar nuestra propuesta con un status quo y encontrar un equilibrio que nos permita acercar a un nuevo público y aportar al crecimiento del movimiento. Hay demasiado por explorar, aportar y crecer.
[/column] [divider]Los planes a futuro y las dificultades de los productores locales[/divider]
Durante el 2013 hemos constituido DACONPANI Comunicaciones. Esta es la línea de nuestra empresa que se encarga de gestión cultural, espectáculos y eventos en general. Con DACONPANI tenemos varios planes. Estamos desarrollando otro concepto de fiesta además del Chorrillano y estamos también planeando un festival. Este año hemos conseguido más auspicios, aunque realmente a las fiestas nómades como las nuestras se les hace algo difícil conseguirlos. Las marcas auspician a los locales y no tanto a las marcas de fiesta. Normalmente las marcas de bebidas alcohólicas se animan a auspiciarte, ya que su interés también es vender y posicionar su producto en los eventos. Creo que falta un poco de conocimiento por parte de las marcas y en general de la gente sobre cómo se desenvuelve la industria cultural. Las marcas pueden capitalizar mucho a la vez que aportan al crecimiento de la movida. Al mismo tiempo, es necesario que las municipalidades tomen seriamente estos esfuerzos de productores independientes y que brinden facilidades que impulsen el crecimiento de esta industria.Sin embargo, para el Chorrillano Maldito del 7 de febrero estamos contando con el auspicio de Cartavio, que ha sacado una nueva línea de ron y se ha interesado en nuestra fiesta.Gracias a peñascal, también hemos logrado un beneficio entre los tres. Hemos venido estableciendo alianzas y aprendiendo cómo podemos presentar nuestra marca de fiestas de tal manera que sea atractiva para los auspiciadores. Definitivamente, el auspicio es algo fundamental porque
[/column][column size=one_half position=last]aligera los costos y te permite entrar con más seguridad ofreciendo un evento de mayor calidad.
Por otro lado, por la falta de locales que se animen a desarrollar este tipo de coproducciones es difícil establecer un calendario anual. Son pocos los locales que permiten asociación coproducciones. Se sufre por la falta de espacios para llevar a cabo estas producciones y creo que en general por una falta de ordenamiento del uso del suelo en Lima. Nadie quiere hacer un evento y fastidiar a los vecinos, pero no hay muchas opciones a veces. Toro fue un local que supo aprovechar esta coyuntura. Justamente, estamos ahora trabajando en una propuesta para poder definir un calendario anual fijo y establecer un contrato con un local que cuente con la infraestructura necesaria para llevar a cabo el Chorrillano Maldito. Nuestra preocupación es ante todo la seguridad, luego lo demás (ubicación-acceso, arquitectura, implementación, etc.). Hay muy buenas propuestas y creo que definitivamente esto va a requerir la coordinación, asociación y colaboración entre los productores que hemos venido realizando fiestas nómades.
Este año va a ser muy importante para el desarrollo de esta escena, que ya deja de ser alternativa, se va haciendo conocida,se entiende más y comienza a esperarse mucho de ella.
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