La experiencia del equipo de sonidos en la visita de los padres del hardcore punk melódico californiano en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
El concierto de Bad Religion se presentaba como uno de los eventos más especiales para los amantes del hardcore punk californiano en Lima, no en vano este género ha influenciado a tantas bandas alrededor del mundo. En nuestro contexto local, varios cantantes se vieron inspirados por Greg Graffin para dar un paso adelante y soltarse con maneras de cantar donde (en principio) importa lo que dices. Así como fuerte influencia causaron entre varios instrumentistas que aprendieron a tocar con “la llevada” de Bad Religion.
El hecho de que parte de la organización la compusiera Punk as Fuck (junto a Star Factory) nos llenaba de alegría, pues sería la primera vez que un colectivo emergente de las escenas musicales alternas (ya especializados en conciertos internacionales de bandas de hardcore y punk) realizaba un evento en el Estadio de San Marcos, a la escala de las grandes empresas productoras de eventos en nuestro medio.
No podíamos dejar de asistir a un evento en varios sentidos histórico y dónde la curiosidad por saber cómo se realizarían las cosas, nos llevó a llegar temprano y ver todo lo que pudiéramos.
Diazepunk
Luego de pasar un par de controles de seguridad con la severidad propia de un partido de fútbol más que la de un concierto (revisaban hasta las toallas higiénicas de las chicas!) encontramos a Diazepunk iniciando puntualmente un concierto que pudo haber sido ideal para ellos.
Nos sorprendió que a pesar de tener a buena parte del público cantando las canciones y que evidentemente quería soltarse en catarsis con ellas, no se llegó a armar el pogo que la banda merecía por su entrega escénica y trabajo musical. Con el training de tocar con «equipos grandes» normalmente y con tan solo unos desfases mínimos, producto de la emoción de esa noche, creemos que la banda pudo recibir una mejor respuesta de «su» público, a pesar de que este no fuera tan cuantioso al empezar la jornada.
Mauricio «el mapache» Llona afirmó esa noche su lugar como uno de los mejores bateristas en su género; los nuevos y experimentados reclutas Daniel Willis (Dmente Común)y Mario Vizarreta (Play Attenchon) demostraron su versatilidad instrumental con energía, mientras Takeshi Nakankari se manifestaba una vez más como columna vertebral de la banda; por otro lado el desarrollo escénico y narrativo de Charly «Diazepunk» García, despierta sentimientos encontrados, algunos lo disfrutan mientras otros no pueden con el hombre.
Las nuevas canciones de la banda son musicalmente mucho más interesantes que a lo que nos tienen acostumbrados. Canciones intensas, como “Arder” o con algo de rock and roll, como “Malditos hippies” están entre las mejores canciones que ha parido Diazepunk (o que nos ha dejado ver) Lo que no llego entender es ¿Por qué tenemos esa necesidad de definirnos en oposición a otros? (en este caso con una letanía propia del viejo punk, que veía a los hippies como poseros inconsecuentes y descontextualizados)
Tener canciones que agredan a gente o bandas de otras escenas, con los mismos problemas y otros aportes, sólo le sirve a quienes quieren usar los medios y los miedos para que la gente no piense y lamentablemente se da en todos los extremos de “la escena”. Esta definición en contraposición, recuerda a eso que dice «Buscas al enemigo donde te dicen que está y esa es la manera que ellos tienen de ganar»
Bad Religion y el chiquipunk
En la masificación se diluye la significación. Con el pop punk derivado del hardcore punk melódico y apodado chiquipunk (por su actitud más que por la música) la distancia entre qué se canta y cómo se dan las relaciones de producción, era cada vez más lejana. Los artistas locales comenzaron a verse como “estrellas” cuya producción consumir, antes que como estimulo para la propia creación, dejando atrás los básicos aportes del punk, de “cualquiera puede tocar” o “hazlo tu mismo” y que “los músicos son iguales al público”
Con el estrellato de los “chikipunks” se perdió en su momento, buena parte de las posibilidades de transformación social que podrían tener las escenas musicales alternas derivadas de la escena subterránea. Una forma de rebeldía de fin de semana, que marcó regreso de nuestras incipientes industrias culturales como forma de domesticación de las personas que podrían generar cambios en sus contextos sociales. Aunque muchos de las nuevas generaciones de «La escena» difícilmente conocerían su sentido crítico, afortunadamente, para otros es inicio de un proceso de búsqueda.
¿Cómo así una banda que basa su trabajo en la conciencia y la actitud, como Bad Religion, da paso al lado menos coherente de nuestras escenas entre discursos y prácticas, como el chikipunk? No sé cuánto importe realmente. El hecho es que en muchos casos, entrar por el chikipunk a conocer bandas como Bad Religion, si en algún momento se presta atención a las letras, puede cambiar (o afirmar) las maneras en que cada uno ve el mundo.
Es importante recordar que el aporte del llamado chikipunk y el new metal como géneros masificados durante los dosmiles, es aprender a organizar eventos con logística profesional y a gran escala. Gracias a esos eventos grandes y otros eventos «comerciales», que generaron demanda de equipos profesionales, es que ahora los eventos pequeños, por más autogestionarios y clandestinos que sean, cuentan con amplificadores gabinete – cabezal.
Finalmente lo que hace daño a las escenas musicales alternas no son los hippies, los chikipunks o los arties, lo que hace daño son los hipócritas. Pero esa es otra historia.
Shaila
Shaila realizó un show cumplidor, evidentemente desmotivados por la reacción del público, que a pesar de reaccionar mejor que con Diazepunk, entregándose al pogo y dejando ver a varios fanáticos con polos de la banda argentina, parecía que no era lo que estos teloneros esperaban.
Al observar en escena la propuesta de la banda, queda claro cuán fuerte es la influencia que Bad Religion ejerce en ellos. La búsqueda de dar un mensaje crítico coherente, hacía un poco de agua ante su desmotivación por estar ante un público que no los conocía. Es más, llegaron al punto de decirle a la gente «vamos, dénle cómo si nos conociéramos»
A muchos entre el público les parecía que la presencia de esa banda telonera era innecesaria. No sabemos cuántas personas se habrán decidido a asistir por la participación de Shaila junto a Bad Religion, pero esperamos que resultara como estrategia.
En todo caso, nuevamente afirmo que el promedio de bandas peruanas, por más despreciadas o invisibilizadas que sean por los medios y por el grueso del público, SON DE ALTA CALIDAD musical e interpretativa, profesionales no siempre son (no hay muchos lugares donde aprender a serlo) pero realmente son de lo mejor del rock en español.
Recién al término de Shaila y para el inicio del partido Perú Uruguay se dejó ingresar a la prensa.
Una pena
Fuimos afortunados, pues el trato para con la prensa fue históricamente penoso. Nos parece correcto que en un concierto internacional, se permita a los fotógrafos el realizar su trabajo sólo por algunas canciones, a criterio de la banda, en un punto específico entre la barra de contención del público y el escenario. Pero no nos parece lógico que se demore el ingreso de la prensa hasta la banda estelar, pues los medios desean informarle al público acerca del desempeño de sus bandas locales, de otra manera es difícil que la oportunidad de abrir a bandas internacionales sea realmente una oportunidad para exhibir el trabajo de una banda local, antes que usarla como relleno.
En este caso no entendíamos en qué cabeza cabe que un fotógrafo deba ubicarse en un espacio enrejado de unos pocos metros AL LADO DE LA CONSOLA, detrás del público ¿No es evidente que el éxito del evento se forja también en la repercusión mediática que este tiene, en los recuerdos que deja?Estamos seguros que esto fue producto del delegar funciones y que siempre se aprende de este tipo de situaciones, a tod@s nos hubiera gustado tener buenas fotos del concierto
El futbol
Igual, este tipo de situaciones no debería sorprendernos, pues el meter un partido de futbol en medio del concierto era una SERIA falta de respeto que no era entendida ni por Shaila, que manifestó que «si hacemos eso en Argentina nos matan» y por Bad Religion quienes aceptaron la inclusión, pues al parecer sería un asunto local y hasta exótico, «no entendemos nada de futbol» llegaron a decir.
Eso no impidió que el partido transformara el concierto en una verdadera fiesta. La oferta de tres cervezas al precio de dos (veinte soles) de jagermeister a cinco soles y que la seguridad estuviera viendo el partido, permitió que la gente se relajara y estimulara a un ambiente de alegría y esperanza. En el medio tiempo regresó Shaila para tocar una serie de clásicos del punk que fueron más celebrados que su propio repertorio, para dar paso al partido Perú – Paraguay. Hasta yo, que no disfruto del futbol peruano, me emocioné con el segundo golazo de la selección y con la demostración de que no son cuatro extranjeros, si no un equipo de once (o más) que por fin trajo algo de alegría a los peruanos. Con esa victoria, salvaron el valor moral del futbol, luego del asesinato de Walter Oyarce.
La sombra de la violencia en el futbol fue recordada gracias a una imagen del hincha aliancista con un texto que dada mi falta de lentes no llegué a leer, pero me daba la impresión de que eran pocos los asistentes que estaban haciéndolo. Esperamos que el intento de reflexión haya calado en alguno.
En contraste la celebración era indetenible, era mejor que estar en el estadio, pues en breves instantes veríamos a Bad Religion.
Inyectores
A continuación siguieron los Inyectores, para brindar uno de sus mejores presentaciones en los más de diez años que llevan en la ruta. No era para menos, pues el telonear a BR era para ellos más que especial (casi como si viniera Social Distortion) Me pareció positivo que tocaran temas de Inyectores y dejaran para el final el himno de G3 “Antisocial”. Algunos bateristas entre la audiencia señalaron con alegría que esta vez estaría Mauricio Llona en la batería, puesto que el entrañable Saito Chinen está de viaje.
Sonoramente, lamentamos que la guitarra rítmica de Gonzalo Farfán no destacara mucho en la mezcla, así como que la distorsión de Ricardo Noriega estuviera exageradamente procesada, pero esos detalles mínimos no fueron impedimento para que la banda diera lo mejor de sí. Gabriel Bellido, con bajos sólidos y palabras certeras, nos recordó que no sólo los Bad Religion le han dedicado la vida a «esto».
Disculpen los que piensan de otra manera, pero esto me parece chikipunk (así se difundieran juntos) La sana continuidad con G3 es innegable, el continuo trabajo desde Mundano Records es ejemplar y nadie tiene porqué dudar (le guste o no) que estas personas merecían tocar junto a Bad Religion.
Bad Religion
En los momentos antes del concierto se daban situaciones que quedarían en la memoria de cada persona que interactuó con la banda o su equipo. Los amigos del catering, quedaron sorprendidos cuando el sonidista servía whisky etiqueta negra para él y para el mozo que le estaba sirviendo. Pero pocas cosas tan elocuentes como la situación entre el equipo técnico. Ante las lógicas consultas en ese contexto, como si es que se puede fumar en escenario, si se sacan las marcas del piso o si es que se puede mover la tarima, el stage manager de Bad Religión le dijo Andrés Bacigalupo, responsable del escenario esa noche, “somos una banda punk… eso déjalo para los pussys”
Finalmente se dio la situación que todos esperábamos. Hizo ingreso al escenario Bad Religion, afirmando ante todos porqué es que la gente los quiere tanto.
El impacto de ver a cinco personas emblemáticas del punk en escena, fue general. No era sólo la presencia de Greg Graffin; antropólogo, geólogo, paleontólogo, profesor de la UCLA y predicador del punk rock pensante y constructivo; si no de Greg Hetson, fundador de Circle Jerks, guitarrista de la banda que logra mantenerse transmitiendo la misma intensidad a medida que pasan los años; Brian Baker, sólido guitarrista, fundador de la banda de horror Samhaim, Dag Nasty y la no menos legendaria Minor Threat; Brooks Wackerman, integrante de Suicidal Tendencies, The Vandales, Tenacius D e Infectious Grooves, que aporta a la banda con la intensidad del punk y la prolijidad de la técnica de escuela de jazz y Jay Bentley, el carismático bajista y coreuta, que manifestó su desconcierto con la pasión futbolística del público, hasta se le escuchó decir “This is a Bad Religion show whitout the cause”.
El público disfrutó con intensidad un espectáculo compacto y certero. La alegría compartida de experimentar directamente canciones que acompañaron (y acompañan) momentos de la vida de cada uno, se respiraba en el aire. Músicos experimentados disfrutaban de cada intervalo de notas, mostrando qué es lo que tomaron de cada tema, mientras los fanáticos de larga data quebraban el cuerpo a cada cambio de ritmo en cada canción. No era difícil diferenciar entre quienes asistíamos con curiosidad y respeto, de quienes estaban cumpliendo un sueño en su vida. Pero lo más importante de toda la noche, gran cantidad de amig@s se encontraban y disfrutaban de su personal razón para estar ahí.
El set list tuvo un poco de cada época de la banda, desde los esperados y reclamados primeros discos, los temas más intensos de los dos miles (que muchos en la audiencia no habíamos escuchado) y singles de producciones recientes, que quien hubiera buscado preparase para el concierto, hubiera encontrado fácilmente. La presentación de canciones entabló un diálogo con la banda, la cual mostraba su calidez e intimidad a cada paso. Daba la impresión de que para ellos, nuestra celebración futbolística no terminaba de tener sentido y que restaba importancia a su propio concierto. Lo cual no impidió que tocaran intensamente cada canción, sea por pasión o por desesperación. Me imagino que debe ser muy complicado el preguntar si “se escuchan las voces al fondo” y que nadie diga absolutamente nada, mientras tu compañero de banda dice “saludos, fans del futbol” y la gente se pone a gritar.
Sin embargo, a medida que fueron tocando sus temas más conocidos de distintas épocas, al ver la intensa alegría cada rincón del público, fueron cayendo en cuenta de cuán importante era su presencia para muchos de los que estaban ahí, subiendo en intensidad a medida que soltaban los himnos de la banda. Brindaron un espectáculo directo con las virtudes de cualquier artista internacional y los defectos que sólo se le perdonan al punk. Como para no sentirse mal con los inicios en falso, vamos a CUALQUIERA le pasa.
La actitud de cada integrante en escena, dejaba claro que los treinta años de kilometraje no pasan en vano. Que no son fundadores de mucho del punk rock americano por casualidades de la vida, si no por vocación y con convicción. Nunca dejó de ser una experiencia emotiva y por ello demasiado fugaz. Los temas fueron tan intensos, varios de ellos empalmados entre sí, que dejaron a los asistentes con ganas de más. Con la mejor estrategia de músicos curtidos, dejaron sus temas más conocidos para el encoré, asegurándose el máximo para el momento final. Temas como Generator, American Jesus y Sorrow, hicieron que todos dieran lo mejor en cancha y en escenario. Pocas cosas como el placer del dolor del cuerpo luego del pogo entregado.
Star Fucktory o el intento por hacer rentable (o por lo menos autosostenible) un concierto con costos americanos pagado por peruanos (que no quieren pagar entradas completas)
Fue un concierto en extremo profesional. Daba la impresión de que la organización estaba tan preocupada en hacerlo “lo mejor posible” que exageraron las lógicas del mainstream siendo “más papistas que el Papa”. Con una seguridad más extrema que cualquier concierto internacional (en algunos casos merecidos, pues hasta se requisó a gente con decenas de agujas) los mismos precios de comida y bebida que un concierto mainstream cualquiera (que llevaron a que luego estuvieran rematando lo restante a mitad de precio) y claro, el inconcebible hecho de transmitir el inicio de las clasificatorias al mundial en pantalla gigante, llevaba a que entre el público se dijera que de punk el concierto sólo tenía la música.
Quedó claro que la transmisión del partido fue un éxito, no por el partido y la victoria, si no por la oferta 3 x 2 en la cerveza durante la duración del mismo. Un estudio de mercado podría habernos dicho que el público objetivo de la banda, tiene cierta capacidad de consumo y no puede pagar 10 soles por un choripan, y que tal vez jugar con los precios hubiera llevado a mayores ingresos. No nos queda claro si se alcanzó el éxito económico del evento, puesto que la reventa en puerta llevaba una entrada de 150 soles a costar 40. Tal vez en ambos casos la vieja estrategia de bajar los precios de la oferta para levantar la demanda hubiera generado mayores ingresos. No lo sabemos. El hecho es que ya habían asumido un riesgo al ofrecer los precios de entradas en cancha más baratos que en gradería (lo que eventualmente llevó a liberar la separación) Con esa variable, se esperaba una mayor audiencia.
Los meses antes de la realización del evento, nos daba la impresión que las cosas se darían de una manera “diferente”. Si bien todo medio informativo se preocupa por recibir y emitir información de las agencias de medios especializadas en Lima, esta vez no estábamos tan seguros de querer rebotar noticias incoherentes con el contenido de la música a promocionar. La difusión de notas como «Fulanito y menganito son fans de Bad Religion» nos mostraban que este evento era promovido por quien no conoce los aportes del punk a la música mundial (o a la humanidad) no sólo «cualquiera puede tocar» o «hazlo tu mismo» si no «PIENSA POR TI MISMO».
La convocatoria mediante «rock stars» no empata ni con los contenidos, ni con el público objetivo y hasta en muchos casos, desanima a hacer el esfuerzo por pagar la entrada completa. Los medios informativos especializados en las escenas musicales alternas, parecerían ser medios «muy pequeños» para que esa perspectiva de «rock star» permitiera un razonamiento lógico: estos medios especializados van directamente al público objetivo que paga por los conciertos, pues transmiten información de calidad a gente que le interesa. Esto no es sólo show-busines, es in-formación, es con lo que construimos nuestras culturas urbanas. Por eso es que bandas como Bad Religion significan algo y alguien puede decidir invertir algo de su sueldo en la experiencia de verlos.
Nos gustaría que las personas que se esfuerzan por levantar las condiciones de producción artística en el Perú, como en este caso que apuestan por traer a artistas de calidad e importancia, reciban lo que esperan por su inversión. Ese es un ejercicio de vincular economías ¿Cómo hacer rentable(o por lo menos autosostenible) un concierto con costos americanos pagado por peruanos (que no quieren pagar entradas completas)?
Dudo mucho que triunfemos en la lucha por la rentabilidad de las músicas alternas si es que partimos de las lógicas del mainstream. De nada sirve traer a los baluartes del punk, si a la gente la van a tratar como si fueran a ver a Shakira y fotografiar de cerca a Greg Graffin resulta más difícil que fotografiar a Ollanta Humala. Felicitamos y agradecemos el esfuerzo, disfrutamos la experiencia. Pero no está de más recordar que todavía quedan caminos por explorar y que hay varias maneras de hacer las cosas bien.
Videos del evento por Javier Chunga para 23punk
Aquí el encore completo, todos los videos gracias a 23punk, filmados por Javier Chunga.
Set List:
The resist stance
Social suicide
21st century (Digital boy)
Los Angeles is burning
Wrong way kids
Sinister rouge
Atomic garden
Before you die
Recipe por hate
I want to conquer the world
Come join us
New Dark Ages
Do what you want
You
Modern Man
Generator
The Defense
Let Them eat war
No Control
Anesthesia
Along the way
Fuck Armageddon… This is Hell
Encore:
American Jesus
Suffer
Infected
Sorrow
11 Comentarios. Dejar nuevo
Buena crónica. Bad Religion demasiado, que grato encontrarme a gente que no veía hace tiempo. El Jägermeister a 5 so lo fue todo.
Interesante la crónica, tiene mucha coherencia entre los que asistimos al concierto, llevado a lo que vivimos en el concierto. lastima lo de Shaila, Inyectores me gusto, el partido me dio una sensación como de festival, Bad Religion genial, queria mas temas adelante si que nos golpeadan desde todos los flancos y desde arriba, el que se subió al escenario y ver a kina malpartida entre el publico fueron las notas divertidas. no tocaron «Too Much too ask» que es un himno para mi, pero la performance me agrado mucho, tal vez ellos no entiendan de fútbol, pero creo que son muy inteligentes para entender a los demás. buena crónica, los felicito, al menos no empiezan con las ridículas trivilidades de conciertosperu.com con su tipica…»sali de mi casa a las() y me fui por la avenida()…» jejeje…
saludos cordiales
Gracias Cristian!
Tienes razón, olvidamos mencionar al que se subió apenas arrancó el concierto y a Kina entre la gente (a ver …pogea con la campeona! jaja).
Gracias por el apoyo. En todo caso creemos que todas las páginas aportan desde su trinchera, con estilos diferentes.
Saludos cordiales
Qué curioso, estamos bastante de acuerdo, te recomendaríamos que vuelvas a leer la crónica.
La actitud punk a la que nos referimos fue la de los Bad Religion en el trato con la gente, puesto que las maneras de producir el concierto fueron marcadamente mainstream. (El precio de la casa de Greg, tal vez se podría pensar también en función al sueldo de un profesor de la UCLA que tiene dos doctorados y tres carreras, antes que como un «cantante famoso» o «punk inconsecuente»)
Justamente lo que cuestionamos del llamado chikipunk es cómo » la distancia entre qué se canta y cómo se dan las relaciones de producción, era cada vez más lejana.» (qué se dice y qué se hace) y señalamos que su aporte fue mejorar las condiciones logísticas con las que se toca, pues hasta 2 de mayo trae mejores equipos.
Este concierto, por buscar el éxito mainstream, no nos consta que lograra cubrir la inversión. Por eso se plantea que se desarrollen NUEVAS estrategias.
Me parece que el verdadero contrasentido es pensar en la «autogestión» como eterna pérdida de dinero. Cuando la autogestión puede llevar a la autosostenibilidad y eventualmente a la rentabilidad, sin que el objetivo sea sólo entretener para llenarse los bolsillos. Justamente porque son realidades que NO existen aún, es que debemos construirlas.
Evidentemente el lado del punk que se disfruta por aquí, es el comprometido y constructivo, antes que el nihilista autodestructivo.
La diferencia entre lo que nosotros hacemos y lo que otros hacen, es que nosotros le dedicamos la vida a hacer realidad lo que decimos, dentro y fuera de internet. Te recomendaría que te des una vuelta por la página.
http://www.sonidos.pe/category/articulos/
http://www.sonidos.pe/videos/julio-montero-grito-subterraneo/
Pocas cosas pueden ser más punk que la internet.
Claro que lo ideal sería que todos usáramos software libre.
Saludos.
Kamilo Riveros V
Director de Contenidos
El concierto punk mas ficho al que ido en mi vida. Los mozos uniformados llevando comida, no se, le quito todo. Como dije en otro espacio algunas cosas perdieron sentido. El futbol? facil sirvio para atraer publico. Lo de Shaila dio pena, que respuesta mas pequeña, los fans de shaila pagan menos por sus shows asi que no aportaron mucho en cantidad de publico. Y lo mas divertido de todo es que si le hubieran bajado el precio de las entradas, hubiera invitado gente con la unica entrada que compre para mi, mierda.jaja
No fue un concierto punk, fue un concierto mainstream presentando una banda emblemática del punk californiano. Definitivamente no es lo mismo y hasta ellos mismos lo dijeron «this is a Bad Religion show without the cause»
Punk es como haces los conciertos tú Dego… y lo que hacen los peruanos promedio para vivir. ¿Ya está la nota de prensa de La Movida en Debate 3?
Saludos.
Bad Religion en Cailloma que lindo hubiera estado eso. Bueno, ya casi todo listo, esta semana sale y nos vamos con todo a la ultima edicion.
Saludos.
buena las cronicas, me la hicieron vivir d nuevo con lo redactado y los videitos, asi como punk as fuck y starfucktory jaja deberian hber mas productoras que se animen a invertir haciendo conciertos festivales cn bandas nacionales e internacionales, cn buenas estrategias de mkt como esta, cayo a pelo el partido peru vs uruguay la chela 3 x 2 y los choripanes a 5 le ………… 10 so q lo lacten jajaja fue un fieston felicitaciones alos organizadores.
ta bien buena critica constructiva .. nica le doy 10 lukas por un choripan jajajaa
Quizás lo veas desde una perspectiva profesional, pero toda la visita de la banda la vi de una manera tan transparente que cualquiera que estuviera afuera del hotel esperando por ver a sus idolos de toda la vida, lo podria hacer, y tomarse fotos con ellos dentro de lo posible.
No se si es por el agradecimiento por toda la emoción de ver a una de las bandas y personas más emblemáticas del Punk, que no tengo nada que reclamar, mucho por el contrario, agradecer por toda la organización y facilidad de llegada a la banda.
Saludos
Gracias por tus palabras Renato.
Nos permiten recalcar que NO le estamos reclamando nada a la organización.
Les agradecemos la experiencia y la alegría compartida.
La actitud 100% punk y consecuente de Bad Religion fue evidente en todo momento.
El delegar funciones llevó a que se tratara mal a la prensa (que no la manejan directamente los organizadores) y creemos que es bueno el cuestionar cuál es la jugada económica ideal para que los tremendos esfuerzos de los organizadores, regresen en dinero que les permita invertir cada vez mejor en beneficio para tod@s.
Abrazos y gracias!