Crónica de la presentación de la banda de Florida en Lima, junto a Adictos Al Bidet y Sagrada Vagancia.

Es probable que Barranco sea uno de los lugares de Lima donde más se ha tocado ska, desde los conciertos de La Pura Purita y El Guetto, Asmereir, Suda, las FestiSka de Psicosis, las Fiestas Ska del Bar de Bernabé o las chambas y fiestas de la Casa Skinera, bandas de toda la ciudad se han dado cita en sus bares, pubs y calles.

Al llegar al Jr Salaverry, en el cruce de la cuadra 7 de la avenida Bolognesi, uno podía recordar a agrupaciones locales como Antiestática y Sagrada Vagancia, directamente influenciadas por el sonido de la banda que veríamos esa noche.

La corta calle servía de marco para las conversas previas de varios grupos de gente, gracias a los cuales las bodegas de los alrededores tendrían un buen negocio esa noche.

Podíamos encontrarnos músicos y jóvenes de toda edad, preparándose para un encuentro que dejaría a todos satisfechos.

Ingresamos al Toro Bar, para encontrarlo con mejores condiciones técnicas de lo usual, con andamios de dos cuerpos a cada lado del escenario, desde los cuales colgaban luces y sonido más que suficientes para generar un sonido potente y definido en un local, que si bien tiene muy buena disposición, puede tener una acústica complicada

Da gusto el hecho de que el equipo de escenario estaba compuesto por amplificadores de la misma calidad para las agrupaciones peruanas como para el plato de fondo extranjero. Ante favorables condiciones técnicas toca a las bandas locales sacarle el jugo a su prueba de sonido y a la presentación en sí.

Abrió el concierto, Adictos al bidet, banda que se ha desarrollado con participación en fiestas en el centro, conciertos en barranco y algunos festivales, además de harto trabajo con videos en youtube, llegando a ser reconocida como una joven propuesta emergente, quienes regresaban a escenario luego de varios meses.

Adictos al Bidet es un power trio con buenas composiciones, que cada vez transitan menos por el ska y enfatizan más el hardcore. Luego de un proceso de arduo trabajo de difusión parecen encontrarse en una encrucijada entre la timidez escénica que buscan balancear con humor y el afrontar seriamente ser una banda, con todo el trabajo extramusical que eso implica.

La participación de la banda fue recibida con agradable contemplación por parte del público, quien observaba atento.

Luego de una breve pausa, siguió Sagrada Vagancia, quienes son un quinteto con bajo, batería, guitarra y dos vientos. El trabajo de esta banda se ha fortalecido en festivales sobre todo en el Villa El Salvador y distritos del sur de la ciudad.

Sagrada Vagancia presentó su propuesta de punk melódico y ska punk, demostrando bastante ensayo y preparación. Un sólido trabajo en los arreglos de las canciones, que transitan por ideas comunes dentro de ambos géneros.

El público fue alternando, dejando adelante a algunos fanáticos de la banda que evidentemente habían asistido a verlos a ellos e intentaban armar un pogo. La banda tocó todo lo que pudo durante su tiempo de presentación.

Pensando en los aportes de ambas bandas locales podríamos decir que lo que tiene uno le falta al otro, la originalidad creativa para la construcción de canciones, como las de Adictos al Bidet, así como el trabajo de Sagrada Vagancia para ensayar y precisar la ejecución sólida de su repertorio, son factores complementarios en toda agrupación musical.

Luego de la necesaria pausa de instalación, se dejaría el escenario impecable para la entrada de Less Than Jake, quienes ingresaron a escena en medio de una pista festiva y apoteósica, luego de la cual darían inicio a su característica y divertida puesta en escena.

Less Than Jake, arremetió con una intensa secuencia de canciones hilvanadas entre sí de tal manera que sólo se detendrían un instante para contar chistes y conversar con la gente.

Así a lo largo de la noche los escuchamos proclamar que “le paterían el culo a Justin Beaver” o decirle al público que «cuando Foo Fighters nos telonee, ustedes podrán decir que estuvieron en el primer show». Se presentaron diciendo que son de Florida “el miembro de EEUU que se trata de meter en Cuba”, así como preguntaron “¿Quienes han estado en Florida sin estar en Disney?”. O decirnos que “esto está mejor que en Brasil, allá era una fiesta de salchichas” (pues sólo habían hombres) o que éramos “mejor público que Argentina y que nuestro equipo de futbol era mejor”, causando la risa general.

Además interactuaron con diversas personas de la audiencia que resultaron ser músicos o público ya de cierto kilometraje. Así, se pusieron a medir los dreads de Sebastian Roselló, cantante de Jamaican Sounds, o subir al escenario al baterista Alessandro Culuccelli, quien acostumbrado a contemplar conciertos desde las sombras en compañía de su inseparable novia, fue descubierto por la banda y “obligado” a secarse una cerveza en escena. Dado que el baterista de Play Attenchon, Millones de Colores y Alhambre no toma alcohol, otra persona del público se bebería la cerveza, mientras el trombonista le ofrecía un agua y el guitarrista le decía que “cuando esté casado y tenga hijos va a tomar un montón de cerveza”.

Necios punks de viejo cuño eran premiados con cerveza por parte de la banda sobre el escenario. Las bromas siguieron a lo largo del concierto, en un diálogo entre un público entregado y una banda que invitaba a celebrar con ellos, hasta «vomitar antes de subir al avión».

Esta fue una noche en la que las personas arriba y abajo del escenario, lo dieron todo, se comunicaron, estaban felices y se entregaban plenamente.

El guitarrista y vocalista Chris Demakes, ejecutaba su punk melódico de manera correcta y precisa, recordándonos que ellos desarrollaron su propio sonido.

El bajista y vocalista, Roger Manganelli, guió la intensidad de la fiesta con su instrumento, con una ejecución excelente y al mismo tiempo humilde, tocando bastante pero actuando como si no lo estuviera haciendo, en un estilo personal que era simultáneamente lúdico, agresivo y juguetón, como su mohicano de dreads. Mantuvo una cordial comunicación con el público durante todo el concierto, incluso diciéndoles en español «saquenselamierda motherfuckers» como si fuera cualquiera de los músicos de varias bandas punks, hardcore o metal locales.

El balance vocal entre Chris y Roger es un detalle característico del sonido de la banda y del punk melódico en general, así como lo son el trabajo que realizan en bajo, guitarra y batería. Ese power trio es complementado por el trabajo en vientos del trombonista Buddy Goldfinger Schaub y el saxofonista Peter JR Wasilewski.

“Goldfinger” es una pieza fundamental de la propuesta musical y escénica de la banda. Saltó y gritó todas las canciones, dándole la mano al público y hasta bajando a pogear protegido por una gran cabeza de pollo.

Mientras tanto JR, se mantenía con su corpulenta presencia, completando el ensamble de vientos y haciendo coros a un lado del escenario, que armonizaban con las voces de Chris y Roger.

A la base de este despliegue musical y escénico, el baterista Vinnie Fiorello se mantuvo brindando una sólida y precisa ejecución de batería, que si bien no se dedicaba a virtuosismos, mantenía los rieles de la engrasada maquinaria de Less Than Jake.

La banda de Florida, repasó los principales temas de todos sus discos, tocando todos sus singles conocidos e incluso sus versiones de temas de apertura de series de dibujos animados como Bob Esponja y los recordados Animaniacs.

Todo el concierto fue guiado por un sentido del humor, sincero y relajado, como de viejos amigos.

Mientras tanto se evidenciaba harto orden en escena, lo que hace que los músicos puedan expresarse intensamente y ejecutar lo mejor posible, al mismo tiempo.

Comenzaron expresando que pensaban que sería un show pequeño, pero terminaron diciendo que harían una gira latinoamericana con 10 fechas sólo en Lima.

Si bien la hora y media de presentación se pasó tan rápido como si durara cuarenta minutos, compartimos con nuestros amigos de Conciertos Perú la impresión de que fue un concierto ejecutado a la perfección.

De esta manera, nuevamente Punk as Fuck, se pone a la cabeza de las productoras independientes de conciertos internacionales en Lima. Se sabe que lo organizado por los involucrados en la productora tiene los mejores valores de producción y nos dejan en expectativa para sus próximos eventos.

Muchas gracias a productora, músicos y público, que dieron lo mejor de sí.

Más fotos del evento por Patricia López, aquí