Entrevista a uno de los músicos más polifacéticos de los circuitos experimentales locales, con motivo de sus lanzamientos en España y EEUU.
Una de las peculiaridades de la circulación de información con el uso de internet, es que se abre la posibilidad de construir entidades con identidad propia, personajes con sus propios conceptos de sí mismos y de la vida.
Una misma persona puede crear diversos universos – sistemas artísticos, coherentes en sí mismos, que expresan los conceptos en los que se fundan a partir de imágenes, sonidos, palabras, etc.
Esto ocurre en todas las artes, hacer una obra de arte (cuyo «gusto» está determinado cultural, personal e históricamente) es crear una realidad que no existiría de otra manera.
El detalle está en que esta dinámica característica, se potencia gracias a la velocidad de la producción, distribución y consumo de información; así como el anonimato que posibilita la internet. El detalle está en que estas bandas, existen en el mundo real, si bien comparten un mismo humano para encarnarlas.
El caso de Conde Duque, es particular, puesto que con ironía que puede llegar hasta la poesía, se comunica desde diversos personajes que habitan en universos sonoros-conceptuales propios y entran en diálogo con diversas circuitos musicales, siempre con una estética de lo precario propia, con harto humor, absurdo y ciertos matices ero tanáticos (del sexo y de la muerte) que sumados a la complejidad de las músicas que vincula y subvierte, se hace destacable entre la gran diversidad de artistas experimentales que existen en el Perú.
Con motivo del lanzamiento de discos de La Loca de Hojalata, Muteant Sound de Estados Unidos y Low Toys de España, conversamos con él acerca de diversos aspectos de su labor creativa.
Le hemos preguntado varias cosas, pero no le hemos preguntado su nombre.
¿Cómo comienzas a tocar?
Comienzo a mediados del año 2005, cuando me regalan un tornamesa con agujas especiales para hacer scratches, por esa época también empiezo a tocar la guitarra, a buscar en youtube y en taringa cosas al respecto, es así que descubro como grabar y editar con programas crakeados, (cool edit, adobe audition, pro tools) o como hacer música de 8bits con gameboys, desarmar instrumentos o juguetes para modificar su sonido, es así como empiezo con todo esto de la música, pero sería en el 2006 que armo una banda (Moon over soho) y empiezo a tocar en vivo.
¿Cuáles son los diversos nombres de tus proyectos artísticos y cuales son las diferencias musicales y conceptuales entre cada una?
Moon over soho fue mi segundo proyecto, con una onda twee pop, folk, low fi, parecido a Xilofonmatico, proyecto que hice luego, en el que me afano con los sonidos cálidos de los instrumentos musicales de juguete, un piano pequeño para niños, cassiotones, cajas de ritmos, un xilofón (de allí proviene el nombre) y de otros instrumentos que iba agregando en el transcurso de esa etapa, sin tener ningún prejuicio por no saber ejecutarlo o de que no vaya a funcionar, me sonaba bonito, lo grababa y así continuaba, luego hago el Vals de Lucy Smith, que no recuerdo en realidad como se dio, pero que era como plasmar la sensación de adornar con cadáveres una matiné, seducir con procacidad a los futuros abortos del amor, simplemente eso, es uno de los proyectos que más me sorprende, aunque igual todos son mis bebes probetas que doy de lactar con orgullo de hombre almeja, después hago Odin Aleblian Kasparian, con este proyecto mi sonido casero se va depurando, pero sin dejar de ser low fi, me compro una tarjeta de sonido m-audio y un micro condensador, también me hago un micro para bajo con una bobina de parlante, secuencio tomas en cintas magnetofónicas y las pongo en sentido inverso (esto influenciado por no recuerdo quien, que me contó que la batería de i’m the walrus de los Beatles estaba en inversa), uso pedales que compré a precio casi regalado por que no servían, los desarmo y con la ayuda de tutoriales me hago de algunos que terminan dándome un sonido distinto a lo que buscaba, pero que le iba genial a lo que estaba creando, una casualidad maravillosa esto de la música y de tener la libertad en tus manos de crear, pensé. Por ese entonces como que yo estaba muy pegado experimentando en sacarle el máximo provecho y sobre todo en como hallar un sonido propio con instrumentos viejos de segunda, ahora bien, en cuestión letras tengo la seguridad y también la duda de que expresé sin planearlo todo ese rollo de los miedos que tenía como adolescente amateur que todavía no dejo de ser (y que nunca creo dejaré de serlo), narrado sin saltos, evitando las rimas y en secuencia lineal, como una escena del viejo perdedor feliz que se va con nada, la misma onda con San Malaquias, solo que este tira más al indie rock instrumental, con algunos adornos de sintetizadores, salvo el ultimo track del ep que lleva letra y le meto su toque de glitch ruidista. También grabé un ep punk llamado Flores de kaka. La primera canción que grabé y con la que salí publicado (compilatorio No nos ganan, Revista 69) fue con Dharma bums, mi primer proyecto, era una onda hip hop instrumental. Luego también está La mujer tortuga anuncia el fin, que era jugar con los amigos que no sabían nada con respecto a cómo crear música, haciéndoles grabar y cantar sus propias creaciones primitivas y sentirnos hippies por un día (jajajaja!) Animales recortables que consta de dos temas que me suena más a un lado b de Odin A. Kasparian, Nabucodonosor que es lo casi último que estaba produciendo, al que luego le cambio de nombre por Dana Plato, (la trágica y descompuesta actriz ) pero que al final lo termino llamando Conde Duque, canciones cargadas de distorsiones, acoples, letras negativas y trágicas como un fauno con problemas de identidad sexual a raíz de una tardía menstruación, sueños que no dan a luz y son prematuros y se secan como corazas deformes de escarabajos aplastados, corales de carne o costras gigantes. Por ultimo está La loca de hojalata, en este proyecto la iniciativa no solamente fue mía sino también de mi mejor amigo llamado Gato, donde la alucinada era mezclar y crear con cajas de ritmos, hacer circuit bending, usar lsdj (little sound dj, secuenciador para gameboys), crear secuencias monofónicas de timbres chillones, polifonía ruidista con intervenciones de guitarras preparadas con pedales modificados y un commodore 64 con forma de foca disparando tortugas hechas de rayos gama.
¿Esa creación de alteregos con «identidad» propia te lo permite el relativo anonimato del internet o cómo es la cosa?
Lo de los alteregos me lo permite el que ando pensando en el cómo sería si fueran las cosas de este modo o de este otro modo, como que ando imaginando paralelos siempre y que por suerte puedo recrear con la música y con las mentes supuestas que están detrás de cada acto. Con la loca de hojalata por ejemplo, andaba siempre viendo a las asesinas hablar de sus asesinatos con los asesinos, todas rebeldes ellas, despotricando de la quetamina, del colegio que las agobiaba o del trabajo aburrido en galerías, rodeadas de gamers y de jarcors emocors, de las pastillas del día siguiente y el de querer ser las novias de Pete Doherty, (estaba de moda el fotolog, el flagelante y para nada absurdo (es genial lo absurdo, pero esto no) fashionismo de ser muy locas y sexys y sobre todo muy malas), como alguien dijo de la loca “ digna manipulación del mito pop electrónico “, en la que todos los hombres tontamente dicen: wow! esas bebes están locazas y todo lo ven pene, vagina, ano, drogas, y le meten harta locura, y se ven tan asesinas, de seguro deben ser más fáciles… (jajajajajaja!) Pero no éramos dos tuercas, sino dos tornillos.
¿Cómo, cuándo, dónde y por quien se gesta La Loca de Hojalata y graba este reciente lanzamiento?
Queríamos sacar un disco en físico el año pasado, pero no se dio. El año pasado estábamos muy emocionados con esa idea, todo el año estábamos armando y desarmando, hurgando como lombrices, hambrientos en el circuito del ruido, creando sonidos que íbamos capturando en vivo, casi todo listo para hacer el disco y también tocar, pero el tiempo y los quehaceres terminaron frustrando el amor, fue un toque frustrante no lograrlo, el no poder acceder a dar el otro paso. Una tarde un buen amigo me envía el link de una banda y me dice que le recordaba a las cosas que hacía con la loca de hojalata, me dio risa y le halle semejanza, así fue que me hice una portada con una imagen que tenía, ordene seis temas y los colgué en el bandcamp y les escribí a su sello discográfico, adjuntándole los links de manera inmediata, lo genial fue que me respondieron al día siguiente muy encantados, y así salió el Vomitemos ya! (Muteant Sounds – USA) , el mismo ep también lo habíamos enviado a otro sello, pero no podía salir el mismo ep dos veces en diferentes sellos, así que compilé un tercer ep de la misma forma que el segundo, una semana después se lanza Amigo, prendamos un fuego! (Lowtoy – España), eran como nuestros himnos de iglesia dominical, (alegóricamente escribiendo), como un trip de alabanzas donde decantábamos toda nuestra frustración, el miedo adolescente amateur prendiendo un fuego ante nuestros héroes (o anti-héroes), preguntándoles que responder cuando nos pregunten: …que sería hacer algo de verdad?
¿Qué encuentras en el jugar con sonido?
Es tanto que ya no lo sé.
Saludos y gracias a todos los amigos!