La música de Carlos Compson se ha caracterizado por su capacidad para capturar la esencia de la introspección y la emoción cruda. «Sortilegios», una pieza incluida en su segundo álbum Umbral (2013), es un ejemplo perfecto de esta habilidad. Recientemente, Compson ha lanzado un videoclip para esta canción, grabado en formato live session, que aporta una nueva dimensión a una composición ya cargada de significado.
La versión original de «Sortilegios» ya transmitía una profunda melancolía, pero esta nueva interpretación en vivo le añade una intensidad que resalta las emociones más viscerales de la canción. La inclusión de un chelo en la nueva versión aporta una capa adicional de tristeza y elegancia, transformando el tema en una experiencia aún más inmersiva. La grabación en vivo permite que cada instrumento, cada matiz, sea percibido con mayor claridad, creando una conexión directa con el oyente.
El videoclip, dirigido por David Macedo, refuerza la atmósfera introspectiva del tema con una cuidada estética visual. Las imágenes, en sintonía con la música, crean un ambiente que potencia la carga emocional de la canción. La presencia de la banda en acción añade un sentido de inmediatez y autenticidad, como si el espectador estuviera presente en una actuación íntima y personal.
Este lanzamiento es un claro ejemplo de cómo Carlos Compson sigue evolucionando mientras permanece fiel a su esencia. Al reinterpretar «Sortilegios», no solo revive una pieza importante de su discografía, sino que también demuestra su capacidad para ofrecer una nueva perspectiva sobre su propia obra. La intensidad y profundidad de esta nueva versión son un testimonio de su habilidad para transformar y enriquecer su música.
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