Avenida Larco, la película dedicada a la banda Frágil es una obra audiovisual sin precedentes en el cine y la música peruanos. Aquí una reseña de la película que será estrenada el próximo jueves 27 de agosto.
El concepto de «rock» en el Perú es una categoría tan amplia, e incluye a tal cantidad de sub géneros musicales, que una de las bandas de pop más importantes de todos los tiempos… es una banda de rock progresivo.
La narración audiovisual realizada por Antonio Rodríguez Romaní, con la producción de Marylin Willis y Ayni Producciones, es parte de las muchas historias que podrían quedar en el anonimato y el olvido, de no ser por la decisión de los gestores, de aquellos que silenciosamente hacen los trabajos, tan difíciles como necesarios, para lograr que las cosas ocurran. Si bien ni ellos mismos esperaban esta película, es una película necesaria.
«Avenida Larco, La Película» logra transmitir la sinceridad de quienes deciden dedicarse a hacer música en el Perú, no necesariamente buscando la fama, si no para ganarse el pan trabajando de lo que aman hacer. Y eso la hace disfrutable y entretenida, incluso para quienes no son fanáticos de la música de Frágil. Con una mirada cómplice, acompañamos a los fundadores: el multi instrumentista Tavo Castillo, el guitarrista Luis Valderrama y el bajista César Bustamante, por sus experiencias propias (como el meterse al conservatorio a composición para hacer rock) así como a las experiencias típicas de toda banda en nuestro país. Y es que Frágil, es una de las bandas más importantes del Perú, pero sin duda es la banda de rock más importante de Breña. Ese espíritu de banda de barrio, no les abandona ni cuando los acompaña una orquesta sinfónica y los hace ser aún más grandes, pues son reales.
Como documental y como película de rock, Avenida Larco busca ser fiel a las distintas perspectivas de la historia y hasta da esperanzas a quienes recién se aproximan a la labor musical. ¿Cómo sobrevivir a perder a tu cantante…. más de cinco veces? Todos los bateristas y vocalistas que han participado en la banda, cuentan su experiencia y se enfatiza su aporte. Incluso señalando detalles (Spoiler alert) como que el genial baterista Arturo Cramer incidió en el origen del emblemático tema de la banda que da nombre a la película (y que es el único que persiste en los diales radiales) o cómo los vocalistas buscaban destacarse fuera de la sombra de Andrés Dulude, afirmando su propia identidad sonora y escénica. De todos ellos y ella, es Santino de la Tore quien llegaría lo más lejos posible, licenciando música para cine y tv desde California, ya como solista. La película nos muestra esto con el cariño de un amigo que le desea lo mejor a los suyos.
El alto nivel de sinceridad de la cinta, que incluye borracheras, lisuras, ajos y cebollas, lleva incluso a brindar elementos para que cada uno pueda construir su visión de la historia. (Spoiler alert) El viaje a Argentina en el que la necesidad ante la ausencia de Dulude, les llevo a encontrar a una nueva vocalista Piñín Folgado, es narrado tanto desde la perspectiva de los fundadores, como del cantante «desaparecido» antes de viajar. Me parece bastante loable brindar esa plurivocalidad, en donde cada uno cuenta su visión de la historia desde su experiencia y que el filme trate con respeto ambas perspectivas.
Pero la gran protagonista de la película es la música. Ante la carencia de registro de imágenes de la época, «el concierto de la historia» realizado junto a una orquesta sinfónica en el Gran Teatro Nacional, complementa la narración. Cada momento que se nos cuenta, es acompañado por una canción emblemática de cada etapa de la que estamos hablando, pero en una versión sinfónica con un sonido impecable y una puesta en escena ideal.
(Spoiler alert) Como para sacarse el clavo luego de que en 1978 Andrés Dulude mandara a la conchasumadre al directivo que pagaba a la orquesta ,con la que luego del exabrupto, no llegaron a tocar.
Esa falta de material de origen hace que las imágenes de las que sí se disponen, se pongan en uso estratégicamente. Esta película también es un documento que nos muestra partes de nuestra historia política reciente y como fue «evolucionando» la pobre televisión peruana en señal abierta, así como de la ignorancia con la que casi siempre han tratado nuestros medios a los artistas musicales nacionales. Igual, para la anécdota y la chacota, cada intervención televisiva presentada en la película, es memorable y seguramente le sacará al público más de una sonrisa.
Personalmente lo que más disfruté fue el encontrar elementos comunes a muchas bandas peruanas, como que las canciones tengan inicialmente un nombre y se les ponga apodos, o que uno tenga una canción sobre una persona y al llevar la composición a la banda, esta cambie radicalmente y se potencie hacia otra dirección. O que se presenten algunos de los conflictos más habituales cuando se está haciendo música, como pedirle a un bajista prolijo de que toque «menos notas».
Las dos horas y doce minutos que dura Avenida Larco, son un viaje por los emocionados recuerdos de una banda, un director y una producción, que buscan abarcar lo más posible. Siendo fieles al hecho de que hacer música es una labor colectiva, se ha buscado darle voz a casi todos, a las personas, a los momentos y a los recuerdos.
Un par de detalles que me hubiera gustado ver es la participación de la productora Marylin Willis, cuya labor podemos apreciar entre líneas que ha sido decisiva en la historia de la banda, pero los buenos productores siempre dejan la cancha limpia para que se luzcan los artistas. Otro detalle podrían ser algunas transiciones entre momentos, que nos gustaría ver más suavizadas, pero el trabajar estos detalles (u otros como la animación) implican tiempo y dinero, así que tampoco es que sean indispensables.
Lo que sí es cuestionable es la manera en la que se presentan los hechos históricos, puesto que hay saltos temporales de 10 años cuando se habla del golpe militar, pero hay simultaneidad cuando se habla de los 80s y el proceso de violencia política. Al final si uno presta atención, si bien en el discurso oficial de la opinión pública, los militares estaban contra el rock, aquí más bien parece que el gobierno militar incentivó a que los socios de PANTEL editaran discos nacionales, donde parte de los beneficiados son los Frágil y justamente por eso podemos ubicarlos en la gran bisagra entre la primera escena del rock en el Perú y el rock subterráneo del que evoluciona el rock independiente de la actualidad, pero a su vez como la parte más académica y experimental del pop radial.
Pocas ocasiones en las que uno puede ver una historia desnuda, con los pros y los contras, con el cómo les hubiera gustado que sea, así como con lo mejor y peor que les ocurrió. Esta es la primera de esta serie documental de 13 películas y más adelante será acompañada por una versión en DVD donde se aprecia «El concierto de la historia» así como la película documental que será proyectada en cines de Lima, Cusco y Arequipa.
Avenida Larco, La Película, no es sólo el documental acerca de la banda Frágil, es una íntima mirada a quienes lo han dado todo y han crecido en nuestro país, siendo ellos mismos, siendo quienes querían ser. Es una historia para compartir, así que les recordamos que la permanencia en salas de cine de toda película peruana depende de la asistencia de público. Se estrenará el 27 de agosto en cines y dado que esta proyección para prensa fue sólo con audio en estéreo, volveremos a las salas a escuchar esta historia con sonido 5.1, les recomendamos que lo hagan también.
