La síntesis según Alfredo Aliaga, AtomoSynth, el constructor peruano de sintetizadores, que está difundiendo sus productos en Japón, Alemania, España y Australia.
En el taller de Alfredo Aliaga, casi cualquier sonido es posible. En medio de placas, perillas, apuntes, componentes y cables, este ingeniero y músico se dedica a la fabricación de los sintetizadores AtomoSynth, una marca que ya tiene más de 6 años en el mercado y que tiene a sus principales compradores en el extranjero. Se trata, si no del primero, por lo menos del más conocido constructor de sintetizadores en el Perú.
Su interés por los sintetizadores nace a mediados de los años 90, cuando ingresa a la Universidad San Agustín de Arequipa para estudiar ingeniería industrial. Ya desde pequeño había mostrado dotes musicales, pero fue en su etapa universitaria, cuando empezó a escuchara Vangelis y Enigma, que surge en él la necesidad de crear música electrónica. Sin embargo, había algunos obstáculos.
“No podía comprar sintetizadores porque eran muy caros. Pero ya desde el colegio tenía conocimientos de electrónica. Entonces buscando en internet encontré información sobre cómo construirlos. Encontré una página llamada Synth DIY de una universidad alemana y ahí había un montón de esquemas. Vi que no era muy complicado y dije: yo lo hago”, explica el lutier electrónico.
[divider]Síntesis a lo Alfredo[/divider]Su primer instrumento data de 1997. Se trataba de un oscilador muy sencillo que funcionaba con una fotocelda y un LFO. El tono cambiaba con las variaciones de luz, casi como un foto-theremyn.
El primer sintetizador construido por Alfredo Aliaga se llamó Eclipse y data del año 2005, cuando ya se había establecido en Lima. “Era bastante simple. Usaba el chip 555, con el que hacen juguetes en talleres de ruido electrónico. Pero era completo, tenía un oscilador, LFO, un envolvente y un módulo de delay, además del teclado”, recuerda.
Ya que Eclipse era el nombre de la empresa donde trabajaba, decidió cambiar el nombre de sus instrumentos a Atomo Lab, pero este nombre ya estaba registrado por una empresa estadounidense de software. Entonces quedó como Atomo Synth.
Pero todo cambió cuando conoció la web Ebay y vendió una versión de su primer oscilador, a cien dólares. Esto fue en octubre del 2007.
“Cuando vendí por primera vez uno me di cuenta que podía hacer negocio. Trabajaba en una tienda de artesanía y ropa, pero me escapaba del trabajo para hacer música y sintes”, recuerda Alfredo, quien el 2009, decidió dejar su trabajo para dedicarse exclusivamente a AtomoSynth.
El siguiente instrumento fue un sintetizador con secuenciador, al que bautizó como Medusa. En el 2009 creó su instrumento más conocido, el Mochika, una evolución en su técnica de construcción.
“Tiene un sintetizador analógico con un sonido de mayor calidad, un oscilador, LFO, y un filtro de paso alto y paso bajo, basado en el MS 20 de Korg, además de envolvente y modulo de ruido. Su sonido es bien pesado y con buenos bajos. El secuenciador tiene múltiples modos. Son 12 pero se puede cambiar a 4, 6 y 8 pasos o hacer que vaya de ida y vuelta. Tiene un modo random, y 4 modos de arpegiador, como los Kaossilator. Y como están juntos, es independiente. Eso es lo divertido”, explica.
El Mochika estaba inspirado en el secuenciador MC 303 de Roland, conocido como la “Groovebox”. “El secuenciador de una MC 303 está orientado a que pongas notas, tiene una escala cromática. En cambio este es microtonal, el potenciómetro da un rango de 4 octavas. Puedes hacer un do o una nota entre do y do sostenido”, agrega.
Este instrumento llamó la atención de, entre otros, Martin Gore de Depeche Mode, quien lo usó para el disco “Sounds of the Universe”.
Luego de lanzar el Krakken, Alfredo presentó el Koe, un sintetizador modular a la manera de los creados por Moog en los años 60.
Aquí el Krakken:
Y aquí el Koe
“Un módulo puede ser un oscilador, que lo pones en un rack. Para sacar un sonido hay que patchearlos con cables. La gracia de estos es que puedes hacer la arquitectura que tú quieras. Puedes poner tres osciladores y un filtro, un oscilador y tres filtros. El Koe es un sinte completo en un solo módulo. Generalmente en los modulares, cada módulo es un solo componente. Para sacar un sonido necesitas un filtro, un oscilador o un envolvente y suele ser caro. Si quieres iniciarte sin gastar mucha plata puedes comprar uno de estos”, explica.
La posibilidad de sonidos de este sintetizador modular es inmensa. Tan solo un ejemplo: para la grabación de una canción, creó con el Koe el sonido bastante realista de una bandada de pájaros. Los modulares han despertado mucho interés en los últimos años, al punto que se ha estrenado recientemente el documental “I Dream of Wires”, donde gente como Chris Carter, Trent Reznor, Vince Clarke, Gary Numan, Daniel Miller entre muchos otros hablan sobre estos instrumentos electrónicos, durante casi cuatro horas de película.
Actualmente AtomoSynth tiene distribuidores en Alemania, Japón, España y Australia. Sus precios varían entre 300 dólares para un Mochika y 450 dólares por el Koe.
[divider]Paso a paso[/divider]
“Lo que toma mas tiempo es el concepto. Tiene que ser algo útil y factible de fabricar y que no sea muy costoso”, explica.
Una vez que tiene claro lo que quiere hacer, coge la computadora para programa el chip digital que usará su instrumento y diseña las placas para mandarlas a construir al jirón Paruro, donde además consigue los componentes. Una vez listas, se dedica a soldar los componentes, uno por uno.
“Si hiciera uno de principio a fin duraría unas 8 o 9 horas de trabajo. Pero generalmente hago en lotes”, cuenta.
Si bien el proceso manual de fabricar un sintetizador tiene su magia, uno de sus próximos proyectos será mandar a construir las placas a una fábrica especializada en Japón, donde las máquinas pueden hacer lotes por millares.
[divider]DepecheMode y el Mochika[/divider]
Poco después de lanzar el Mochika, el año 2009, Alfredo recibió un pedido de quien es tal vez el más famoso usuario de un AtomoSynth. Nada más y nada menos que Martin Gore, principal compositor de Depeche Mode. Curiosamente, Alfredo no tenía ni idea de quien era su comprador.
“Martin Gore estaba haciendo su disco ‘Sounds of theUniverse’ y decidió usar todo analógico. Estaba comprando sintes como loco por Ebay y se encontró con el mío».
En ese tiempo una amiga que tenía una cuenta en un banco de Estados Unidos me hacía el servicio de cobrar por Pay Pal. Ella me envía la plata y me dice: ‘oye, te ha enviado dinero Martin Gore’. ‘¿Y quien rayos es él’, le dije. ‘Es de DepecheMode’. Yo ya los escuchaba pero no sabía cómo se llamaban”, recuerda.
Según la prestigiosa revista Keyboard Magazine, el Mochika fue parte del arsenal de sintetizadores usado para el álbum “Sounds of theUniverse”, del 2009. La foto que acompañaba la nota fue tomada en el estudio Chung King en Nueva York, donde se grabó este disco y por donde han pasado gente como BeastieBoys, Naz, Lady Gaga, Beyonce, entre muchísimos otros.
“Le escribí diciéndole que me gustaba mucho su música y quera era un honor que me haya comprado mi sinte y que le agradecería mucho si me enviaba una foto del Mochika en su estudio. Me contestó, me dijo muchas gracias por tu sinte, te voy a enviar las fotos, pero ahí quedó todo”, agrega Alfredo.
Además de él, otro destacado músico electrónico poseedor de un Atomo Synth es Peter Baumann, de los legendarios Tangerine Dream. Simón Mejía, de Bomba Estéreo, fue personalmente al estudio de Alfredo Aliaga y tras barajar opciones, optó por llevarse el Koe, el mismo que uso en su última presentación en Lima en junio del 2012. Otros músicos que se han interesado por estos instrumentos fueron el DJ Maceo Plex y la gente del grupo griego In Trance 95.
En la escena local, grupos como Virgen Sideral y Flor de Loto también usan estos sintetizadores.
[divider]Exploraciones musicales[/divider]
Ya hemos mencionado que el interés de Alfredo Aliaga por construir sintetizadores nace de su necesidad de generar sus propios sonidos para hacer música. En sus años universitarios empezó a experimentar con programas de computadora como Fruity Loops y Golden Wave. De esa época, editó un EP titulado “Horizonte”, influido por la música new age.
Ya en Lima, a donde llegó el año 2000, conoció a Max Salas y Dante Gonzales, igualmente fanáticos de la electrónica y los sintetizadores analógicos. Con ellos formó el grupo El hangar de los mecánicos, donde utilizaban todo su equipo de instrumentos electrónicos para hacer un techno influenciado por Kraftwerk, Human League y Aviador Dro.
Como solista, Alfredo ha hecho dos lanzamientos virtuales. Bajo el nombre de Atomo Synth ha hecho algunas presentaciones, y ha lanzado un EP homónimo, donde usa sus propios sintetizadores y se orienta a sonidos más ácidos y bailables.
Recientemente ha sacado el EP “SpaceClouds”, en una onda más new age.
Los proyectos no paran. Este año, Alfredo tiene en mente una nueva creación. Será en secuenciador en formato Eurorack con mayores posibilidades que el Mochika. “Este tendrá 23 modos. Uno es drone, otro de 3, 4 6 y 8 pasos, de ida y vuelta. Además tendrá un modo random como el Mochika y un random time. O sea que el tempo del sinte será al azar. Será caótico. Y aparte tiene un randomstep + time… o sea van a ser caóticos la nota y el tempo. Eso será un caos total. Serán unas secuencias interesantes”, adelanta.
Además está invitado al Tokyo Festival of Modular 2014, un encuentro internacional de fabricantes de modulares que se realizará en junio y para el cual está buscando auspicios.
Alfredo comenta que algunas personas se le han acercado para pedirle que construya efectos de guitarra, algo que siempre ha rechazado y no solamente por un tema de rentabilidad. En sus propias palabras: “A mí me interesa generar el sonido, no hacer efectos. Generar el sonido es lo interesante. Ese sonido que escucharás yo lo he hecho, yo he diseñado el instrumento que está generando este sonido”