Una mirada a la primera producción oficial de Los Castigos, un disco instrumental y cinematográfico, gracias a A tutiplen Records.
[dropcap size=big]E[/dropcap]l disco debut de Los Castigos, presenta a una creativa banda instrumental que hizo esperar su primer lanzamiento hasta que estuviera a punto, como una fruta madura que nos pueda dar una buena idea de qué es lo que hacen.Como parte de las músicas hechas a principios de este nuevo siglo, reinterpretan influencias, exploran en el pasado y emplean posibilidades técnicas actuales, para producir un sonido propio difícil de clasificar.
Las guitarras cabalgando o los slides deslizándose sobre las cuerdas, pueden llevarnos a imaginar a la mata de paja cruzando el desierto, al calor que se emana de la arena caliente, sea del desierto de Arizona o de Sechura. Al mejor estilo del gran compositor italiano Ennio Morricone.
Pero no nos dejemos confundir, no estamos únicamente ante una producción sonora que evoca a las películas del oeste o al cine western (filmado en Italia) ni estamos ante una banda «de rock». Los Castigos son una banda de música con un marcado componente cinematográfico y «vintage», tanto que tranquilamente podríamos encontrar su música acompañando una película de Tarantino.
Esta primera producción oficial de Los Castigos, hasta podría pensarse como un disco conceptual, en el cual las diversas texturas funcionan como escenas dentro de una obra mayor. El acabado sonoro muestra una particular dedicación a la construcción y arreglo de los temas, así como con el proceso de grabación.
[column size=one_half position=first ] [/column][column size=one_half position=last ]Las guitarras de Bruno Sánchez y Francisco Melgar (quien hoy ha cedido su lugar a Ricardo Canales) junto a la base rítmica de la batería de Marco Quintana y del bajo de Teté Leguía, conversan con el oyente todo el tiempo. Aquí no hay una voz «cantante» si no coros agudos e instrumentos invitados, incluyendo teclados, trombón, trompeta, violín, percusiones y hasta arpa de boca.
Cada motivo musical dentro del disco evoca algo, generando texturas muy cuidadas, que incluso exploran sutilmente dentro de otras posibilidades sonoras como las del vals[/column]
criollo, la música aleatoria -que en el Perú tiene grandes referentes como Bolaños y Valcárcel- incluso matices de rock progresivo o hasta el brit pop más experimental.
El disco compacto en sí mismo es una nuevo producto del sello local A Tutiplen, quienes se caracterizan por aportar al regreso físico del disco, con una cuidada presentación con el arte de Pablo «Kaboogie» Goto. Está disponible tanto en discotiendas tradicionales, así como en las tiendas especializadas en rock peruano El Grito en Galerías Brasil y El Anexxxo en Barranco.
Nos queda la pregunta ¿Cuál será la primera película que haga uso de la música de Los Castigos?
