La Asociación de Jazz de Lima inicia actividades co organizando el Festival de Jazz PUCP titulado Cronopio Swing en honor a Cortazar. Conversamos con Carlos Olivera uno de los gestores de esta iniciativa.
El Jazz viene aportando a las escenas musicales independientes de diversas maneras. Las escuelas de jazz eran quienes brindaban sólida formación académica cuando aún no existían carreras de música en universidades peruanas. Los circuitos de jazz han sido espacio de experimentación y enseñanza de los que se han nutrido músicos de todos los géneros.
La salsa, el ska, el noise, el pop, la música afroperuana, el funk, el blues, progresivo, el post hardcore, el shoegaze, el reggae, etc todos los circuitos locales de esos géneros, cuentan con músicos cuya cercanía al jazz les ha permitido tener información académica y teórica musical. Dentro del contexto autodidáctico, en el cual la gran mayoría de músicos locales van aprendiendo a tocar por su cuenta, el aporte de los músicos de jazz es invaluable.
Carlos Olivera es un músico que toca bajo y armónica, el cual es reconocido por su trabajo como parte de Mukura Blues & Cajón. De profesión es arqueólogo y la unión entre labor profesional y vocación musical, le lleva a desarrollarse como gestor cultural.
Conversamos con él con motivo de la primera actividad de la Asociación de Jazz de Lima, que es el realizar el Festival de Jazz Pucp,
¿Cómo surge la asociación?
La Asociación de Jazz de Lima surge como iniciativa de un grupo de músicos (de jazz y/o amantes del jazz) que consideran que es necesario organizarse para poder trabajar para así formar una escena local y a la vez darle articulación a la misma. La idea surgió en los jams session que se organizaban, con bastante esfuerzo a decir verdad, en diferentes lugares desde hace más de un año, y poco a poco fue tomando forma sobre todo ante la toma de conciencia que, por un lado era necesario trabajar para lograr que más gente se interesara por una música que no tiene cabida en las radios locales (y probablemente nunca la tendrá), por lo que nos interesaba hacer eventos abiertos, accesibles e inclusivos, y si fuera posible en espacios públicos, pues creemos firmemente que la música perteneces al espacio público; sin embargo, por otro lado, sabíamos que presentar proyectos de forma anónima y a título personal no funcionaba bien, así que decidimos crear al Asociación de Jazz de Lima, para trabajar organizadamente y con profesionalismo, para hacer eventos que ayuden a difundir la música, no solo el jazz sino otros géneros afines como el blues, el funk, soul, así como también la música afroperuana.
La asociación está integrada, en su mayoría, por músicos jóvenes, el presidente es Diego Salvador, profesor de la escuela de música y guitarrista de jazz con bastante recorrido, así como músicos que han regresado hace poco de estudiar en diferentes universidades extranjeras, como Ken Ychicawa y Francisco Haya de la Torre, ambos graduados del Berklee College of Music, o Juan Francisco Chávez de Souza Lima, y por otro lado hay también una productora, como Ximena García que el año pasado realizó el festival de la Cultura Afroperuana de Barranco, o yo mismo que, además de músico he venido trabajando en organización de pequeños festivales y ciclos de conciertos, y ahora estoy especializándome en gestión cultural.
¿Cuáles son los principales problemas de los músicos de jazz en Lima?
Creo que el principal problema de los músicos de jazz es el mismo que de los músicos de rock, y otros géneros: no ha y espacios para tocar, los bares y locales quieren siempre que se toque gratis (o te ofrecen un mínimo para pasajes), no hay productoras que puedan articular de forma formal entre los músicos y los locales, etc. lo que hace que, por ejemplo, un bar como el Victoria te diga para tocar en sus conciertos de los martes de jazz con un bolo, y la misma semana te diga que no, que ya hablaron con otra persona. A esto hay que sumarle el hecho que el limeño tiene poca costumbre de salir a conciertos, y valora muy poco el arte en el sentido que se niega (o es reticente) a pagar por él. Con todos estos elementos mantenerse tocando es complicado. Conozco además músicos que han intentado tocar en la calle (como se hace en otras ciudades) y han tenido que correr, literalmente, cargando el contrabajo porque los apaleaban los de serenazgo.
Además, el jazz tiene la problemática que termina estando por un lado estigmatizado como música compleja y difícil y por el otro como música de ascensor. Lo que en ambos casos termina siendo un estereotipo que no tiene necesariamente que ser verdad. Si uno ve, por ejemplo, conciertos de grupos como el sexteto afroperuano de Gabriel Alegría, o el trío Manante en espacios públicos, y ve la respuesta del público es increíble. Yo tuve hace un año una experiencia tocando (y viendo) conciertos de jazz y blues organizados por la MML y fue increíble. Yo toqué en Barrios Altos, en la Plaza Italia y al gente estaba emocionadísima con la música.
¿Y cuales los principales estímulos?
En realidad hay muchos, e imagino que cada asociado tiene sus propios intereses, sin embargo, lo que nos une es las ganas de trabajar para que, por un lado haya más cabida para la música menos comercial, y por otro lado en cambiar un poco la visión de la gente (y comenzando por las autoridades) hacia lo que hacemos, hacia la música.
Por favor cuéntanos acerca del primer Festival de Jazz PUCP
Esta ha sido una idea que surgió básicamente porque yo estudié en esta universidad y actualmente trabajo allí, y bueno, siempre quise que hubiera un festival de jazz allá. Luego pensé que, si se tiene la posibilidad se puede aprovechar para crear este primer festival, forjar un nombre y quién sabe, en un futuro crezca como lo ha hecho el festival de cine, y pueda ser grande, con artistas internacionales, etc. Todo gran festival nace de un pequeño intento. Así que conseguimos el apoyo de la DACU, y luego de otras entidades de la universidad para que nos apoyaran, y bueno, en parte lo estamos financiando nosotros mismo, con fondos que estamos juntando con gran esfuerzo!
La idea del festival es cambiar la idea de festival de música que, en Perú, se relaciona directamente con un concierto largo. Sin embargo no hay nada más alejado de la verdad. Pensamos que un festival es (o debería ser) una fiesta que relacione a todos los participantes: al público, los músicos, organizadores y todos los actores que de una u otra forma participan de él. Es por ello que el I Festival de Jazz PUCP busca restablecer este concepto, creando durante un mes una serie de eventos que incluyan música, cine, conversatorios e intervenciones que muestren a la comunidad universitaria, la riqueza de una música que ha revolucionado el Siglo XX, y que inspiró no solo a músicos, sino a escritores, directores y muchos otros artistas, y que ha tenido, a través del tiempo, la capacidad de fusionarse con los sonidos locales, creando una música nueva y universal.
En este festival participan grandes músicos de jazz, como Manante, Rafael Fusa Miranda, el saxofonista estadounidense Davis Comidi, y también tenemos a Pochi Marambio, conocido como cantante de reggae, pero que es un amante del jazz y el blues y estará cantando con nosotros algunos temas de jazz.
La verdad este festival es toda una experiencia, pero es el inicio de todos los trabajos que queremos hacer.